AJN

15 de junio- El periódico israelí Haaretz publicará las transcripciones de los interrogatorios de la Shin Bet de Amjad y Hakim Awad de Awarta, los asesinos de la familia Fogel de Itamar, en la edición de hoy.

Los expedientes indican que los dos asesinos adolescentes no pertenecían a ninguna organización terrorista. Hakim dijo que una vez había participado en una ceremonia de memoria por su tío que fue organizada por PFLP, y Amjad ha tirado piedras a los soldados de la Fuerza de Defensa de Israel varias veces cuando entraron al pueblo, pero ninguno ha estado políticamente activo.
Amjad dijo que él había iniciado el asesinato en Itamar. “Quería llevar a cabo un ataque terrorista porque quería deshacerme de esta vida. Hubo problemas con mi familia. Hace dos años mi padre me preguntaba sobre los estudios y por qué fumaba, y él siempre se metía en mis asuntos personales, entonces pensé en suicidarme. El modo en el que pensé hacerlo fue llevar a cabo un ataque suicida”.

Hakim también tomó crédito por la iniciativa del crimen. “Hablamos sobre otro tema, que es la aventura. Cuando hablamos sobre esto le sugería a Amjad la idea de que podríamos llegar a la valla de Itamar. Él me dijo ‘hagámoslo’, y yo le contesté ‘hagamos algo que sea especial. Para que en el futuro crezcamos y le contemos a nuestros hijos’”.

Amjad además describió el asesinato: “Abrí la puerta y el niño me vio. La cerré. Entré por la puerta principal que estaba abierta. Hakim se quedó allí como guardia. Llevé al primer niño al cuarto y lo asesiné con dos golpes en el cuello. Lo sacrifiqué”.

Le dijo a los interrogadores sobre el asesinato del pequeño Hadas: “Me olvidé contar sobre el bebé que dormía entre su mamá y su papá y que lloraba muy fuerte. Lo apuñalé en el corazón y me fui del mismo modo en el que entré”.
Hakim agregó: “Nos paramos fuera de la casa, vimos un auto militar en frente.

Pensé que habían llegado porque escucharon un disparo y me preparé para luchar con ellos, pero el jeep siguió andando. Le dije a Amjad que entremos a la casa y busquemos otra arma. Cinco minutos después salió por la ventana con una gran M16 en su mano y me dijo que había matado al pequeño niño que había llorado porque estaba asustado de que lo descubran”.

Dos padres, dos niños y un bebé fueron brutalmente asesinados mientras dormían en sus hogares un viernes a la noche. Su hija y hermana de 12 años llegó a su hogar y encontró la matanza cuando volvía de una actividad de Shabat con su grupo juvenil. Solo dos de sus pequeños hermanos sobrevivieron milagrosamente cuando escaparon de la vista de los terroristas durante la masacre.