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El orden en que cobren los acreedores de Stanford Bank y su operación internacional con sede en la isla de Antigua genera preocupación entre los acreedores a días de la condena al fundador del banco, el multimillonario Robert Allen Stanford, quien fue encontrado culpable de fraude y sancionado con 110 años de cárcel.

Arnoldo Lacayo, abogado que representa a los liquidadores del Stanford International Bank de Antigua, señaló en exclusiva a Descifrado que existe una solicitud para que el IRS, organismo tributario estadounidense que reclama 200 millones de dólares al magnate en desgracia, se exima de solicitar al Departamento de Justicia que se le dé prioridad a su reclamo, de manera que los depositantes e inversionistas afectados puedan aspirar al menos a una parte de sus recursos.

Por su conocimiento del caso, Lacayo asegura que la suma de casi 6 millones de dólares que intenta confiscar la fiscalía estadounidense está muy por encima de los activos fácilmente recuperables del imperio extinto de Stanford.