*RODICA RADIAN-GORDON

El pasado 12 de junio, durante una ceremonia en el Departamento de Estado norteamericano con la presencia de Hillary Clinton, el profesor israelí Daniel Hillel fue merecedor del premio World Food Prize por su labor en el desarrollo del sistema de “micro irrigación”, nuevo método para irrigar cultivos en tierras con escasos recursos hídricos. El World Food Prize, que fue establecido en 1986 por el Dr. Norman E. Borlaug, laureado con el premio Nobel de la Paz de 1970, se otorga a individuos con una importante contribución al mejoramiento de la calidad, cantidad y disponibilidad de alimentos alrededor del mundo. Entre los ganadores, hasta el día de hoy, se encuentran personalidades de Bangladesh, Brasil, China, Dinamarca, Etiopía, Ghana, India, México, Sierra Leona, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, así como expertos de las Naciones Unidas.

El tema del uso del agua está estrechamente ligado al de la seguridad alimentaria y del desarrollo sustentable, que es el tópico principal de la conferencia de las Naciones Unidas, conocida también como Río+20 que se llevará a cabo durante los próximos días. Israel participa con una delegación encabezada por el ministro de Protección al Medio Ambiente, Guilad Erdan, compuesta por profesionales en la materia, delegados de ministerios gubernamentales, del Parlamento Israelí (Knesset), autoridades locales y comunidades de negocios, académicas y de la sociedad civil.

Israel se ha caracterizado mundialmente por su enorme experiencia y conocimiento en las áreas de sustentabilidad, entre las cuales se destacan temas como tecnologías hídricas, agricultura, producción alimenticia, forestación y desertificación. Así, el pabellón de Israel tendrá la oportunidad de exhibir sus éxitos en materia de tecnología verde, promover la sustentabilidad y la cooperación internacional en desarrollo.

Durante la última década Israel ha realizado algunos proyectos para alcanzar los desafíos del desarrollo sustentable: en 2003 el gobierno decidió basar su política en los principios de dicho desarrollo y consecuentemente se establecieron programas para la sustentabilidad local, la energía renovable y su conservación, un plan nacional sobre cambio climático, la promulgación de una Ley de Aire Limpio, un plan nacional para la reducción de la contaminación ambiental, entre otros. Recientemente en octubre de 2011, el gobierno resolvió la preparación de una estrategia nacional de crecimiento ecológico en conjunto con representantes del sector empresarial y ONG.

Además, la contribución israelí en foros internacionales sobre este tema se vio reflejada, entre otras, en la adopción de la resolución propuesta por Israel en la Asamblea General de las Naciones Unidas acerca de “tecnologías de desarrollo agrícola”, otorgando así una solución a los desafíos globales que surgen de la pobreza y la crisis alimentaria. Más aún, el año pasado Israel auspició una conferencia internacional previa a Río, que trató acerca de la agricultura verde y el desarrollo sustentable para erradicar la pobreza y el hambre en el mundo.

Sin lugar a dudas, el tema de la seguridad alimentaria es de creciente importancia, tomando en cuenta que para el año 2050 se prevé una población mundial de 9 mil millones de habitantes que requeriría la necesidad de incrementar 60 por ciento la producción alimenticia, como aumentar el suministro de agua en 20 por ciento, en una realidad donde los recursos son muy limitados.

*Embajadora de Israel en México