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Conviene recordar lo sucedido hace setenta años en el Vel d’Hiv (Velódromo de Invierno) de París. Este es el consejo de uno de los supervivientes de lo sucedido entonces, la anciana Yvette Levy, y hay que hacerle caso.

Los días 16 y 17 de julio de 1942 la policía francesa colaboró activamente con el régimen de Adolf Hitler en la persecución de los judíos refugiados en la capital del país. Hizo una redada masiva que se saldó con la detención de 13.152 personas, incluidos miles de mujeres y de niños, que fueron encerrados en la citada instalación deportiva, en condiciones infrahumanas, y trasladados posteriormente en trenes de carga a los campos de exterminio nazis, principalmente a Auschwitz, donde la mayoría murieron. Apenas un centenar lograron sobrevivir. No fue hasta 1995 cuando el presidente Jacques Chirac admitió la responsabilidad francesa en esta execrable acción, ordenada por el Gobierno colaboracionista de Vichy.

Conviene recordar la redada de Vel d’Hiv -la mayor detención de judíos efectuada en Francia durante la Segunda Guerra Mundial- y todo lo que significa. Y hay que hacerlo, entre otras cosas, porque la mayoría de los jóvenes menores de 35 años, según una reciente encuesta, no sabe nada de lo que sucedió entonces. Eso es grave en unos momentos en que se detecta un peligroso resurgir del antisemitismo en Francia y en otros países europeos, como Hungría, donde acaba de ser detenido el criminal de guerra nazi László Csatary.

El gran rabino de Francia insistió ayer, en una declaración pública, en el deber de mantener la memoria, de extraer las lecciones de la historia y de transmitir los valores humanos de generación en generación, para que la humanidad nunca vuelva a dejarse arrastrar por las ideologías de la barbarie. Los actos conmemorativos continuarán el domingo, bajo la presidencia de François Hollande, lo que refleja la preocupación de las autoridades del país por el resurgir del antisemitismo no sólo entre las filas de la extrema derecha, sino también entre jóvenes musulmanes de los suburbios.

El atentado perpetrado el pasado 19 de marzo por el terrorista islamista Mohamed Merah -francés de origen argelino- contra una escuela judía de Toulouse, donde asesinó fríamente a un adulto y tres niños de corta edad, supuso un enorme shock en la sociedad francesa, después de que en los primeros meses del año se hubieran incrementado sustancialmente las agresiones a judíos en todo el país. Conviene no sólo no olvidar la historia, sino actuar para cortar de raíz esta preocupante y grave tendencia social.