EL CORREO.COM

19-Julio-2012.-Al menos seis personas murieron y más de 20 resultaron heridas ayer en un atentado contra un autobús lleno de turistas israelíes en el aeropuerto de Burgas, una localidad turística búlgara situada a orillas del mar Negro.

El vehículo explotó cuando transportaba a pasajeros entre dos terminales y, de momento, la Policía no descarta la posible participación de un terrorista suicida en el ataque. El Gobierno hebreo no tardó en condenar este suceso y Benyamin Netanyahu, su primer ministro, aseguró que «todas las señales» apuntan a que Irán se encuentra detrás de la explosión. El Mosad (los servicios secretos de Israel) sostiene esta misma hipótesis, pero también acusan al grupo terrorista libanés Hezbolá de haber colocado los artefactos.

Las víctimas viajaban en un bus de servicio del aeródromo que transportaba a los pasajeros de una terminal a otra. Varios testigos declararon a la Policía que, tras la explosión, el vehículo saltó por los aires, estalló en llamas y el fuego inmediatamente alcanzó a otros dos autocares. Todos los vehículos iban llenos de jóvenes israelíes, con edades comprendidas entre los 17 y los 19 años, que habían acudido a Burgas para disfrutar de unos días de playa.

La Policía ordenó de forma inmediata el cierre del aeropuerto por temor a un nuevo ataque. Las autoridades locales desviaron los aviones que tenían que aterrizar en Burga hacia Varna, al norte. La Policía no descartó ninguna pista y barajó la posibilidad de que el atentado hubiera sido provocado por un terrorista suicida que se subió al autobús. «Creo que fue un kamikaze. A los pocos minutos de habernos sentado en el autocar hubo una explosión. Logramos salir por un agujero y corrimos», explicaba Aviva Malka, una de las supervivientes, a una radio israelí. Ofir Gendelman, portavoz de Netanyahu, también habló de posibles disparos.
«Cuando llegué al aeropuerto, media hora después del atentado, vi a mucha gente angustiada y tres autobuses quemados. Un hombre dijo que vio cabezas decapitadas. Otros hablaron de partes de cuerpos volando por los aires», contó el periodista búlgaro Dobromir Dovkacharov.
Ajenos al terrorismo

Es la primera vez que un atentado terrorista antiisraelí tiene lugar en Bulgaria y por eso distintas autoridades del país se apresuraron a acercarse al aeropuerto para expresar su solidaridad con las víctimas. Este país, como ocurre con el resto de Estados poscomunistas, ha vivido ajeno al terrorismo de diverso signo que ha golpeado naciones de Europa occidental, como España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia. Quizá sea por este motivo que en las grandes capitales del Este, como Varsovia, Praga, Bucarest, Budapest y Sofía, la vigilancia policial y las medidas de protección de centros urbanos como aeropuertos, estaciones de ferrocarril y dependencias del Estado no son tan férreas como en el Oeste.

En los últimos años, las costas búlgaras del mar Negro se han convertido en un lugar turístico internacional importante, y los turistas hebreos figuran entre sus principales visitantes. Además, Bulgaria e Israel mantienen excelentes relaciones diplomáticas.

Este ataque terrorista no sorprende a Israel. De hecho, el pasado mes de enero Tel Aviv pidió a Sofía que reforzara la vigilancia de los turistas judíos, después de haber descubierto que podrían ser objetivo de ataques de grupos islamistas.