RABINO MARCELO RITTNER

Querido Dios:

Es demasiado. En el decimoctavo aniversario del ataque que arrancó la vida a ochenta y siete de nuestros hermanos y hermanas en Buenos Aires, hemos perdido a más miembros de nuestra familia, ahora en Bulgaria. Otra vez. ¿Por qué? Por ser judíos. Es demasiado. Personas que se dirigían a disfrutar de tu mundo, Adonai… Sabemos que no existe una respuesta, pero te preguntamos desde lo mas profundo de nuestro corazón: ¿Porqué?

No podemos asimilar el dolor. Hoy somos nuevamente concientes de la fragilidad de la vida y de la urgencia de paz. Somos una familia formada por muchas familias, viviendo una vida en común y con un sueño en común, la paz.

Y en días como éste, el sueño se rompe en fragmentos irrecuperables. Dios, te necesitamos. Hoy lloramos por nuestros hermanos y hermanas asesinados por el odio, la maldad y la intolerancia. Que sea el alma de cada uno de ellos bendita y su memoria un compromiso. Hoy oramos por los heridos. Refuá shleimá a sus cuerpos y almas. Y oramos por las familias que perdieron a sus seres queridos.

Dios Misericordioso, no tenemos palabras, pero te pedimos que los consueles con Tu presencia. Oramos por los médicos y por quienes atendieron a las víctimas del ataque, que Dios guíe sus manos y su corazón. Oramos para que nuestros líderes respondan con sabiduría y justicia, que este terrible evento no nos detenga ni distraiga como judíos y como ciudadanos del mundo de ayudarnos unos a otros para superar las amenazas terroristas.

Adonai, por favor, danos la esperanza de que algún día el terrorismo terminará y la sabiduría para hacer lo necesario para vivir con seguridad y paz hasta que ese día llegue. Que Tu mundo, nuestro mundo, sea bendecido con Shalom.

Una vez más el mes de Av llegó de una manera fiel a su estilo histórico. “Mishenijnas Av, m’ma’atin b’simja”… Al iniciar Av se nos instruye para disminuir nuestra alegría. Lamentablemente, una semana de violencia y tragedia en todo el mundo lo ha hecho por nosotros. Estamos consternados por esta tragedia sin sentido.

El mes de Av como hace cientos de años, como hace 18 años en Buenos Aires y como esta semana en Bulgaria vuelve a dejar su marca de tristeza y desesperanza.

Mi idea para este Shabat era hablar sobre un tema de la parashá, a partir de una noticia que informaba que cientos de sirios estaban cruzando la frontera buscando refugio de la furia asesina de su presidente. Porque la Torá menciona: “Deberás tener seis ciudades para refugio”. Estas eran para proteger la vida de personas que eran obligadas a huir hasta ser juzgadas o para esperar que las cosas se aclaren. Esta es la primera mención en la historia de una medida protectora, el concepto de una ciudad para refugiarse.

Pero mi idea cambió con la noticia del atentado en Bulgaria. ¿Pueden notar la horrible coincidencia? El ataque al autobús con turistas israelíes, ocurrió en la misma fecha que la del ataque a la Amia. El sufrimiento es muy grande, nuestro dolor es inmenso, nos sentimos tristes. Por ello comencé con la plegaria que fue escrita por un colega, el rabino Creditor.

Sin embargo, les cuento que encontré en la parashá otro mensaje. Justo antes de entrar a la Tierra Prometida, las tribus de Rubèn y Gad al ver que las tierras del Jordán eran las adecuadas para su ganado, preguntaron a Moisés si podían quedarse allí en vez de cruzar la tierra que Dios les había otorgado. Y Moisés les respondió: ¿Podrías tú permanecer sentado acá mientras tus hermanos van a la guerra? Nuevamente se acercaron los hijos de Rubén y de Gad y le dijeron: Moshé, “Iremos junto a los hijos de Israel al lugar donde pertenecen. Y nos quedaremos hasta que cada uno de ellos haya tomado su herencia de este lado de las tierras y luego regresaremos”.

Luego de leer esto pensé, (para mí un ejercicio cada vez más lento e intermitente), pensé, que estaba ante dos profundos mensajes. Uno sobre cómo podemos luchar para balancear nuestras aspiraciones materiales con las espirituales.

Moisés exige que luchen junto con sus hermanos en la conquista de Israel. Y Rashi citando el Midrash comenta que “Estaban más preocupados por el ganado que por sus hijos e hijas”. Ruben y Gad se vieron atrapados en una red de valores conflictivos. Por un lado veían en el Jordan una tierra de pastura maravillosa, de promesa de abundancia y una vida cómoda. Moshé les responde mostrándoles que deben priorizar sus valores.

Que los valores materiales que ellos consideraban prioritarios, solamente tenían valor cuando están en armonía y balance con lo espiritual.

Y la segunda idea que quiero compartirles, no menos relevante, es que Moshé les señala la importancia de la unidad para conquistar la Tierra Prometida. Ellos debían unirse a sus hermanos y no apenas ver la lucha del otro lado del Jordán.

El destino del pueblo judío es responsabilidad de cada uno y todos los judíos. Como lo escribiera Elie Wiesel, el grito de dolor de un judío es escuchado en Israel, Nueva York, en Paris, en Buenos Aires, en México. Por ello como comunidad, familias o individuos desde nuestro lugar hacer oír nuestra voz y no perder la esperanza.

Nuestra tradición enseña que el mes de Av, también es conocido como “Menajem Av”, el consuelo, reafirmando nuestra fe que el futuro traerá esperanza donde ahora hay dolor y alegría donde hay tristeza. Que así sea en nuestros días.

Que nuestros hermanos en Israel sepan que estamos juntos. Que nuestros hermanos donde quieran que estén sepan que somos Am Ejad im Lev Ejad, un solo pueblo con un solo corazón. Y como rezaremos mañana al finalizar la lectura de sefer Bamidbar: Jazak, Jazak, Venitjazek.

Seamos fuertes y démonos fuerza unos a otros.

Shabat Shalom.