LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

En este espacio editorial se ha analizado el impacto social, político y económico en Europa derivado de la creciente afluencia de inmigrantes hacia el Continente provenientes del mundo árabe, del Este de Europa al Occidente de la misma; y de Latinoamérica, principalmente. Fundamentalistas islámicos han realizado actos terroristas en diferentes ciudades europeas provocando numerosos víctimas, lo que a su vez ha provocado una reacción de odio de la población local hacia los musulmanes en general; en este entorno han resurgido con fuerza campañas antisemitas lidereadas por las diferentes iglesias cristianas, además de la “izquierda europea” que no sólo agravian a los judíos, sino que también buscan deslegitimizar al Estado de Israel.

En este marco, el historiador mexicano de origen francés, Jean Meyer (JM), Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, ha expresado que desde el Holocausto Judío, el antisemitismo ha vuelto a todo el mundo. JM ha señalado que las consignas antijudías culpan a este pueblo de todas las catástrofes de la humanidad, incluso, afirma, que hay mucha gente que nunca ha tenido contacto con un judío en su vida, sin embargo, están convencidos de que las calamidades del mundo se deben a los judíos, y que estos a su vez odian al género humano.

El viejo mito que durante siglos difundió la Iglesia Católica de que los judíos mataron a Cristo persiste en pleno siglo XXI, ello a pesar de que el Vaticano ordenó en 1965 no hacer alusión a este hecho. Los protestantes cristianos no se han quedado atrás en sus declaraciones y acciones antisemitas. El Consejo Mundial de Iglesias “que en particular reúne a liberales protestantes (580 millones de fieles) a la vez que ha condenado el conflicto del Medio Oriente, ha negado el derecho de Israel de continuar existiendo en el futuro, como Estado Judío”.

En el florecimiento del antisemitismo a nivel global, sorprende que en México varios medios de comunicación, particularmente las redes sociales, organizaciones políticas encubiertas bajo el amparo de membretes de asociaciones civiles, grupos estudiantiles y de maestros universitarios, de manera ascendente tengan expresiones antisemitas. La presencia de mexicanos de origen judío en la República es mínima, alrededor de 40,000 personas, básicamente concentradas en el área metropolitana de la Ciudad de México. Contra la idea difundida por los antisemitas de que los judíos dominan la economía, las finanzas, el comercio y la industria de México, la realidad es que su influencia en la actividad productiva, medida, a través de su participación en el PIB, es muy reducida. Cabe mencionar que después de casi un siglo en que se establecieron en México los primeros inmigrantes de origen judío, provenientes del Medio Oriente y de Europa Central y Oriental, principalmente, han comenzado a destacar en el campo de la cultura, las artes, en la función pública y en la política, y en general como profesionistas e investigadores.

La fuente de la campaña antisemita en México, aparentemente se ubica en el financiamiento que organizaciones fundamentalistas islámicas proporcionan a grupos de personas vinculadas a la anacrónica izquierda con el fin de sembrar el odio contra los judíos; incluso lisonjean a legisladores para “torpedear” la posición neutral que México ha mantenido en foros internacionales en las decisiones entorno a la problemática del Medio Oriente. En México existe caldo de cultivo para que se fomente la xenofobia y el antisemitismo; hay raíces históricas que podrían justificar la aversión a lo extranjero; esta nace con la Conquista Española que sometió y humilló a la población indígena; incluso los primeros conquistadores se preguntaban ¿si los indios eran humanos y si tenían alma?; desde esa época, la Iglesia se encargó de satanizar y perseguir a los judíos. Igualmente, la invasión de los ejércitos de Francia y EUA al territorio nacional exacerbaron la xenofobia de los mexicanos. La anexión a EUA de una parte importante del territorio de México en el siglo XIX, disfrazada de una transacción de compra, ha sido factor de la xenofobia de los mexicanos; y qué decir del trato discriminatorio que millones de nacionales reciben en su ilegal residencia en EUA.

Existen indicios de que las campañas antisemitas en la República están vinculadas a un programa de desestabilización social en América Latina que promueven organizaciones fundamentalistas islámicas que operan desde Venezuela con la anuencia del Presidente Hugo Chávez; el antisemitismo que se ha desatado en ese país “hacen recordar los primeros años del ascenso de los nazis al poder en Alemania”. Hugo Chávez fue anfitrión de un Congreso en agosto del 2010 en el que participó la cúpula de las organizaciones terroristas: Hamas, Hezbola y la Yihad Islámica Palestina. Por lo demás, existe una intensa relación militar, política y comercial entre la Venezuela de Hugo Chávez y el Irán del teocrático régimen de Ahmadineyad.