Artículo de febrero de 2012

SHARON GESUND EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO – El teatro Ofelia, pequeño pero acogedor, se llenó de un público entusiasmado e intrigado por conocer el desarrollo de la obra de Karl Svenk: “El último ciclista”, obra escrita por judíos cautivos en Terezin, quienes se manifestaron contra el régimen nazi de una manera poco común, por medio del teatro, por medio de la risa y la parodia.

A diferencia de muchas películas, obras y textos, esta obra nos permite ver cómo los mismos cautivos encontraron una manera de sobrellevar su terrible situación a través del arte.

Las 22 escenas representan la experiencia de los presos desde una mirada humorística, donde el régimen nazi es visto como un grupo de cazadores lunáticos que persiguen a los ciclistas por ser “la razón de todos los males”, dirigidos por la Grand Mamá y asesorada por Rata.

Por encima de todo, hay una historia de amor de una pareja que lucha por mantenerse unida y por escapar de los cazadores. ¿Lo logran?

Sin que yo les diga el final de la obra, lo que resulta más sorprendente es la capacidad que tuvieron los actores para transmitir a los espectadores el mensaje de que el amor es la potencia y el impulso más indispensable para vivir y soportar cualquier sufrimiento. Y que cualquier título, oficio u ocupación viene sobrando cuando tu vida está en manos de otros.

Ojalá todos se animen y vean esta obra maravillosa que brinda una perspectiva distinta de la Segunda Guerra Mundial.

¡Felicidades a todo el elenco de esta obra!