JORGE GOLDBERG/ CEDARS SINAI MEDICAL CENTER LOS ANGELES

Los resultados de un ensayo clínico realizado en el Instituto Cardiológico Cedars-Sinai indican que el tratamiento de pacientes infartados con una infusión de células provenientes de su propio corazón ayuda a regenerar músculo sano en corazones que han sufrido daños.

Los pacientes que se sometieron al procedimiento con células madre exhibieron una significativa reducción en el tamaño de la cicatriz dejada por el infarto en el músculo cardíaco. También experimentaron un aumento considerable de músculo cardíaco sano después del tratamiento experimental con células madre.

Un año después del tratamiento con células madre, el tamaño de la cicatriz se redujo entre un 24 y un 12 por ciento del corazón en pacientes tratados con células (una reducción promedio de alrededor del 50 por ciento). Los pacientes del grupo de control, que no recibieron las células madre, no experimentaron reducción alguna de la cicatriz del infarto.

El estudio puede consultarse en línea en el sitio www.thelancet.com y se lo incluirá en una próxima edición impresa de la publicación.

“Si bien la meta fundamental de nuestro estudio era verificar la seguridad, también buscamos evidencia de que el tratamiento podría disolver la cicatriz y regenerar el músculo cardíaco perdido”, dijo Eduardo Marbán, MD, PhD, director del Instituto Cardiológico Cedars-Sinai y creador de los procedimientos y la tecnología que se emplearon en el estudio. “Esto jamás se había logrado, pese a que desde hace una década se realizan ensayos de tratamientos con células en pacientes con infarto. Ahora lo hemos conseguido. Los efectos son importantísimos y, sorprendentemente, son mejores en seres humanos que en las pruebas con animales”.

“Estos resultados señalan que se aproxima un cambio de paradigma en la atención de los pacientes con infarto”, dijo Shlomo Melmed, MD, decano del cuerpo docente de medicina de Cedars-Sinai y Director Helene A. y Philip E. Hixon de Medicina Investigativa. “Antes, lo único que podíamos hacer era tratar de minimizar el daño cardíaco destapando rápidamente la arteria ocluida. Ahora, este estudio revela que posiblemente exista un tratamiento regenerador que de hecho revierte el daño causado por un infarto”.

El ensayo clínico, denominado CADUCEUS (CArdiosphere-Derived aUtologous stem CElls to Reverse ventricUlar dySfunction – Células madre autólogas derivadas de la cardioesfera para revertir la disfunción ventricular), fue parte de un estudio de investigación en fase I aprobado por el Departamento de Control de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y respaldado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart, Lung, and Blood Institute).

En el año 2009 y como parte inicial del estudio, el Dr. Marbán y su equipo llevaron a cabo el primer procedimiento del mundo en el cual se usó el tejido del propio corazón del paciente para hacer crecer células madre especializadas. Las células especializadas se volvieron a inyectar luego en el corazón del paciente con la intención de reparar y regenerar músculo sano en el corazón que había sufrido las lesiones provocadas por un infarto.

Los 25 pacientes, con un promedio de edad de 53 años, que participaron en este completo estudio habían sufrido infartos que dejaron daños en el músculo cardíaco. Todos los pacientes fueron sometidos a numerosos estudios por generación de imágenes, de modo que los médicos pudieran definir claramente la ubicación exacta y la gravedad de las cicatrices dejadas por el ataque cardíaco. Los pacientes recibieron el tratamiento en el Instituto Cardiológico Cedars-Sinai y en el hospital Johns Hopkins de Baltimore.

Ocho pacientes sirvieron como controles del estudio y recibieron atención médica convencional para sobrevivientes de infarto, incluyendo medicamentos recetados, recomendaciones de actividad física y sugerencias de alimentación.

Los otros 17 pacientes, que fueron seleccionados de manera aleatoria para recibir las células madre, fueron sometidos a una biopsia mínimamente invasiva, realizada con anestesia local. Utilizando un catéter que se insertó a través de una vena en el cuello del paciente, los médicos extirparon pequeños trozos de tejido cardíaco de un tamaño aproximado equivalente a la mitad de una pasa de uva. Luego, el tejido cardíaco sometido a biopsia se envió al laboratorio especializado del Dr. Marbán en el Centro Cedars-Sinai, donde se aplicaron los métodos que él mismo creó para cultivar y multiplicar las células.

En el tercer y último paso, las células de corazón multiplicadas, aproximadamente entre 12 y 25 millones, se reintrodujeron en las arterias coronarias del paciente durante un segundo procedimiento mínimamente invasivo, también con un catéter.

Los pacientes que recibieron el tratamiento con células madre experimentaron, en promedio, una reducción del 50 por ciento de las cicatrices cardíacas 12 meses después de la infusión, mientras que aquellos tratados de manera convencional no exhibieron reducción del tejido dañado.

“Este descubrimiento desafía la idea convencional de que, una vez producida, la cicatriz es permanente, y que el músculo sano no puede regenerarse una vez que se ha perdido”, dijo el Dr. Marbán, Profesor de Mark S. Siegel Family.

EXTRAÍDO DE NEXOS.

Cedars-Sinai Medical Center
Paseo de la Reforma 2608, Piso 5
Mexico D.F. C.P. 11950, Mexico
Office (52-55) 5081- 8161