JORGE GOLDBERG/ CEDARS-SINAI MEDICAL CENTER LOS ANGELES

Es el cáncer cerebral más común y, trágicamente, el más agresivo. Un glioblastoma multiforme (GBM) destruye todo lo que nos hace humanos: nuestra habilidad para sentir, hablar, escuchar, movernos y pensar. Este cáncer afecta a 17 mil personas al año, sólo en Estados Unidos. Con toda la investigación y el análisis con que hoy se cuenta para erradicar este mal en el mundo, la expectativa de vida de una persona diagnosticada con glioblastoma multiforme es de 15 meses a lo sumo.

Ahora parece haber una luz al final del túnel. Avances en el laboratorio podrían cambiar esta sentencia de muerte con tratamientos de vanguardia.

Lo más prometedor se puede ver en los descubrimientos hechos por el doctor John S. Yu, director del Surgical Neuro-Oncology y del Brain Tumor Center of Excellence, que se encuentran en el Maxine Dunitz Neurosurgical Institute en el Hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, California. El doctor Yu y su equipo han localizado un grupo de células madre cancerosas dentro del glioblastoma. A su vez han descubierto que dichas células son las que infiltran el cerebro y generan más células cancerosas, lo cual permite que los tumores removidos con radiación y quimioterapia regresen con mayor fuerza.

El propósito ahora es destruir dichas células madre. El doctor Yu ha desarrollado una vacuna contra el cáncer usando el sistema inmune del paciente para hacer un ataque dirigido a proteínas específicas dentro de estas células.

La vacuna difiere de otras porque ésta no es preventiva. Se administra a pacientes que ya padecen cáncer cerebral. El doctor Yu explica: “Básicamente usamos al cáncer para matar el cáncer. Atacamos a la célula madre, o emperador, en lugar de desperdiciar el esfuerzo del sistema inmunológico para matar a todas las células cancerosas”.

Denominada ICT-107, la vacuna celulo-dendrítica, que el doctor Yu desarrolló en su laboratorio, financiado por el NIH, está diseñada para localizar ciertos antígenos que son inherentes en los glioblastomas. Las células dendríticas son células que presentan antígenos y que al parecer juegan un papel vital en generar respuestas inmunológicas. Las células son extraídas del paciente, cargadas con los antígenos y reintroducidas al cuerpo del paciente con el propósito de generar una respuesta inmunológica.

Los estudios clínicos del doctor Yu dentro del Cedars-Sinai de Los Ángeles intentan un enfoque innovador de inmunoterapia con la esperanza de erradicar la raíz de los tumores cerebrales. “Estamos buscando desarraigar las células madre cancerígenas, como jardineros removiendo las raíces de una hierba”, dice.

La fase I de estos estudios demostró que la vacuna dendrítica previno la reincidencia en pacientes con tumores cerebrales. Los pacientes lograron vivir tres veces más de lo esperado. “Estamos probando los resultados en varios hospitales a nivel nacional. Tenemos la esperanza de que en un futuro no muy lejano un diagnóstico de cáncer se parezca a un diagnóstico de una enfermedad crónica, como el asma, a diferencia de una sentencia de muerte. Espero llegar a un punto en el que pueda ver a un paciente a los ojos y decirle que es muy posible que viva una vida larga, plena y sana”, explica el doctor Yu.

Con esto en mente, él y su equipo están llevando su investigación a la siguiente etapa. Un grupo de pacientes se enrolan para el estudio, que pasa a su fase II. Se escogen al azar dos grupos, uno al que se le administra la vacuna ICT-107* y otro que recibe una vacuna inocua llamada vacuna de control. Con esto el doctor Yu tiene la esperanza de identificar el verdadero potencial terapéutico de la vacuna dendrítica. Esto podría retrasar significativamente la reincidencia del cáncer, aumentando el rango de supervivencia en pacientes con un glioblastoma multiforme.

“En este mundo hay muchas cosas que son simples, que no requieren absoluta precisión y atención al detalle, pero remover un tumor cerebral no es una de ellas”, dice Yu.
De los tres mil neurocirujanos en Estados Unidos, sólo 50 se especializan en tumores cerebrales. El doctor Yu vio su primera neurocirugía como estudiante, en la escuela de medicina de Harvard, y después de 14 años de practicar removiendo 300 tumores cerebrales al año aún se impresiona con la resistencia que muestran los pacientes.

El doctor Yu funge como director del Cedars-Sinai Brain Tumor Center of Excellence y una de sus principales metas es proveer cuidado médico centrado en la compasión. Eso implica que el equipo multidisciplinario de neurocirujanos, oncólogos, neurólogos, anestesistas, radiólogos, patólogos y demás personal médico otorguen un cuidado exhaustivo. Cada paciente tiene asignado un médico responsable y un equipo de apoyo para atender todas sus necesidades. El manejo empieza cuando el paciente entra por la puerta y se espera un mejor pronóstico cuando el paciente salga de nuevo al mundo.

*Algunas licencias y derechos de la vacuna son propiedad de Immuno-Cellular Therapeutics, Inc. El doctor Yu es presidente del Consejo y tanto él como Cedars Sinai tienen una participacion accionaria en la compañía.

Extraído de Nexos.

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