LA RAZÓN.ES

28 de Agosto 2012.-El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció ayer la última masacre en Siria en Daraya y pidió que se investigue «inmediatamente» y «de manera independiente e imparcial y tan pronto como sea posible». Según el portavoz del secretario general de la ONU, Martin Nesirky, Ban está «conmocionado» ante lo ocurrido en los últimos días en Daraya y advirtió de que quienquiera que sea el responsable de lo ocurrido «debe rendir cuentas».

Ese acto pone de manifiesto «la falta de protección para los civiles que impera en Siria y la necesidad urgente de evitar mayores pérdidas de vidas» en un conflicto que dura ya cerca de año y medio, añadió Nesirky.

En paralelo a las críticas internacionales, el presidente sirio, Bachar al Asad, volvió ayer a insistir en que el conflicto es una conspiración internacional para expulsarle del poder y amenazó con derrotar a las fuerzas que operan en su contra. «Este plan no va dirigido sólo contra Siria, sino también contra la región entera de la que Siria es parte fundamental», declaró ayer el sátrapa en un encuentro con el presidente del Comité de Política Exterior y Seguridad Nacional de la Shura (Asamblea Consultiva) de Irán, Alaeddin Boroujerdi. Irán es una pieza fundamental en la guerra siria y en el mantenimiento en el poder del régimen de los Asad.