LA GACETA/

Dijo estar “totalmente de acuerdo con las manifestaciones que, por tercer día consecutivo, tomaron ayer las principales ciudades de Cisjordania.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ha dado por comenzada la “Primavera Palestina”. En una sorprendente intervención en El Cairo, en el marco de la Liga Árabe, dijo estar “totalmente de acuerdo con lo que está diciendo la gente, con lo que quiere”. Se refería a las manifestaciones que, por tercer día consecutivo, tomaron ayer las principales ciudades de Cisjordania, en las que los palestinos reclaman la rebaja del precio de productos básicos y salarios justos con los que poder pagarlos. Una reivindicación “justa”, dijo Abás, ante la que hace “lo que puede”.

Eludió casi toda responsabilidad, ni siquiera culpó a Israel. Con su reconocimiento azuzó a la calle contra el primer ministro, Salam Fayyad, cuya efigie ha sido quemada en Nablus, hombre de EE UU repudiado por ser independiente de Fatah y de Hamás. Se especula con su dimisión. Desde 2007 ha logrado limpiar la Administración —menos corrupción, más transparencia, mejor Policía e infraestructuras—, pero el crecimiento económico no llega.

Por otro lado, dos hombres trataron de quemarse a lo bonzo en Cisjordania; otro, en Gaza, lo logró. Sus casos han golpeado a la sociedad. El protagonismo de las protestas lo tienen ahora taxistas y camioneros opuestos a la subida de la gasolina, consecuencia del incremento en Israel, de donde les llega.

Reclaman que se rompa el Protocolo de París (1994), que creó una alianza aduanera con su vecino.