VICENTE OLVERA PARA ENLACE JUDÍO

El martes 11 de septiembre el Lic. Jacobo Zabludovsky donó al Museo Memoria y Tolerancia la pieza titulada “Yo no olvido”, obra que el pintor José Luis Cuevas hizo por encargo suyo con el fin de preservar la memoria y el recuerdo de un hecho trascendental en su vida: la visita al Ghetto de Varsovia en 1963.

Se trata de una pieza de arte-objeto, de aproximadamente 80 por 60 centímetros, elaborada con un trozo de alambre que el propio Zabludovsky recogió durante su visita al lugar donde el régimen nazi estableció el más grande Ghetto de Europa durante el Holocausto, en la Segunda Guerra Mundial.

Durante la ceremonia de develación Linda Atach, encargada del Departamento de Arte del Museo Memoria y Tolerancia, se refirió a la obra como un “cuadro lleno de sentido y del más alto nivel artístico, que hace evidente la postura de su creador, al tiempo que relata una vivencia que registra la memoria y obliga al recuerdo”.

Por su parte la directora del Museo Memoria y Tolerancia, Sharon Zaga, dijo que “un lugar como el Centro de Documentación, donde miles de mexicanos acuden a consultar, leer e informarse sobre la intolerancia y las violaciones a los Derechos Humanos, es un lugar más que apropiado para no olvidar”. Respecto a la obra del artista mencionó que “plasma sentimientos, emociones e integra elementos tan simbólicos como el alambre de púas en una obra trascendente e impulsora de reflexiones personales”.

En su intervención, el Lic. Zabludovsky recordó los hechos que llevaron a la creación de esta pieza: “(El Presidente de México) López Mateos hizo una visita de Estado especial a Polonia, tuve el honor de acompañarlo y en un recorrido que abarcó la tumba del soldado desconocido polaco llegamos al monumento a los mártires y héroes del Guetto de Varsovia”

“Después de hacer guardia en una plaza en ruinas donde el reciente invierno había dejado manchas blancas, me acerqué a un pequeño montículo de escombros, de ruinas, de basura, y arranqué lo que quedaba del Guetto de Varsovia, un alambre de púas; y pensé que la memoria suele olvidar y que un vestigio de lo que quedaba del Ghetto, que fue defendido heroicamente en el último mes, en abril de 1943, merecía ser conservado” relató Zabludovsky, quien guardó el pedazo de alambre durante algún tiempo hasta que un día decidió entregárselo a su amigo José Luís Cuevas para que hiciera algo con él. Así nació “Yo no olvido”, un autorretrato donde se incorpora el alambre de púas.

En su oportunidad, el pintor señaló que “este cuadro tiene que ver mucho con lo que estaba sucediendo en ese momento, como la intolerancia”, tema que, más adelante, trataría el artista en muchas de sus obras. Aclaró, además, que su abuela paterna era judía, “un personaje de quien, probablemente, venga mi vocación como pintor, ya que ella dibujaba” aseguró el maestro Cuevas.

La obra, que podrá ser admirada en la biblioteca del museo, se suma al acervo del recinto que cuenta con cerca de 800 objetos relacionados con el genocidio. “Yo no olvido” se acompaña de una cedula en la que se explica parte de la inspiración de su creación.