CON INFORMACIÓN DE SWISSINFO.CH

23 de septiembre 2012- Esto es lo que la Asamblea General de Naciones Unidas no conseguirá la semana próxima: terminar la guerra civil en Siria, moderar las protestas en el mundo musulmán por ofensas al Islam y la detención del programa nuclear de Irán.

Pero los problemas más complicados e inextricables del mundo serán abordados cuando los líderes y representantes de la asamblea de 193 naciones acudan a la sede de Naciones Unidas en Nueva York para el “debate general” anual del organismo mundial del 25 de septiembre al 1 de octubre.

Se espera que más de 100 jefes de Estado y de Gobierno se congreguen en la ONU para la que tradicionalmente ha sido siempre la semana más ajetreada del año en la diplomacia internacional.

El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, que regularmente acude a la asamblea desde que asumió el cargo en el 2005, ofrecerá un discurso el miércoles, que coincidirá con la festividad religiosa judía del Yom Kippur. El mandatario también hablará en una reunión sobre “el Estado de derecho” el lunes.

En años anteriores, Ahmadinejad ha usado discursos ante la ONU para defender el programa nuclear iraní, que según dice es pacífico, aunque Occidente teme que esté orientado a desarrollar armas atómicas y a atacar a Israel, Estados Unidos y Europa.

Ahmadinejad ha cuestionado el Holocausto y puso en duda si 19 secuestradores fueron realmente responsables por los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.

Es muy probable que diplomáticos de Occidente se retiren de la sala durante los discursos de Ahmadinejad en señal de protesta.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama -que está en los últimos meses de su campaña de reelección-, subirá al podio por cuarta vez. Será el segundo orador tras la apertura del debate de la Asamblea el martes con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, cuyo país ha sido tradicionalmente el primero en dirigirse al foro internacional.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, hablarán casi en forma sucesiva el jueves.

Un año después de que Abbas anunciara con enorme fanfarria su campaña para que los territorios palestinos se unieran a Naciones Unidas como Estado miembro -una idea que jamás tuvo oportunidad de concretarse por el poder de veto de Estados Unidos en el consejo-, se espera que reitere planes más modestos para una membresía palestina de mayor categoría en el organismo.

Obama no tiene agendada una reunión con Netanyahu, que ha estado instando al líder estadounidense a ser más firme con Irán sobre su programa nuclear, aunque diplomáticos dicen que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se entrevistará con el mandatario israelí y con varios otros funcionarios de todo el mundo en los márgenes de la asamblea.