AURORA

“Y en el octavo día tendréis reunión; no haréis ninguna obra servil“ (Bamidbar – Números 29.35): así dice el texto cuando prescribe la celebración del “octavo día, la fiesta de la reunión“, que abreviado un poco su nombre hebreo de cuatro palabras, se ha dado en llamar, con sólo dos de ellas, Sheminí Atzéret, “Octavo (día de la) reunión“.

Lo de “octavo“ se refiere a los siete días de la fiesta de Sucot que le anteceden. Shemini Atzéret se celebra como si fuese un octavo día de Sucot, a pesar de que técnicamente ya no tiene relación con esta fiesta. No rige más la obligación de habitar en la sucá, por ejemplo. Pero como es día de reposo, tampoco nadie se da, en Shmini Atzéret, a la tarea de desarmar su cabaña, y así parecería que ella también sigue integrando los elementos de esta fiesta. Algunos siguen sirviendo en ella sus comidas principales, pero ya no dicen, al comienzo de las mismas, la bendición especial de Sucot.

En Shminí Atzéret, después de la lectura de la Torá y de la Haftará, según el rito ashkenazí se recita la plegaria de recordación de los muertos – Izcor – tal como en Iom Kipur.

La plegaria por la lluvia: Durante la repetición de la oración de Musaf por el jazán – envuelto éste en su kítel o túnica blanca, en Rosh Hashaná y en Iom Kipur – se pronuncia un ruego especial, Tefilat Haguéshem, la “Plegaria de la Lluvia“, donde se pide a Dios abundante precipitación pluvial en el invierno que pronto está por iniciarse. Esta oración está integrada por varios párrafos poéticos en los cuales se repite frecuentemente la palabra maim, “agua“, el líquido cuya abundante provisión solicitamos al Cielo.

Lo que dijimos hasta ahora, se refiere a Sheminí Atzéret tanto en Israel como en las comunidades judías de la Diáspora. Pero éstas celebran un día más, unnoveno día, Simjat Torá, el de la “Alegría con la Torá“. En el Estado de Israel, en cambio, los feriados concluyen con Sheminí Atzéret, y todo lo que veremos ahora referido a Simjat Torá, en Israel lo incorporamos a Sheminí Atzéret.

Desde tiempos muy antiguos, existe la costumbre de leer en nuestras sinagogas cada sábado por la mañana, un fragmento de la Torá o Pentateuco, texto que se denomina Parashat Hashavúa, el “Párrafo de la Semana“, y cuyo nombre generalmente está tomado de la primera palabra de ese párrafo. Los días lunes y jueves por la mañana – mientras sean días hábiles – también se lee en la sinagoga el fragmento inicial de la Parashá del sábado que les seguirá. Y el mismo sábado por la tarde también se lee un párrafo corto, el comienzo de la Parashá de la próxima semana.

Ahora bien: ¿cuándo se empieza esta serie de lecturas bíblicas, y cuándo se la concluye?

Ello ocurre en Simjat Torá, entre los judíos de la Diáspora, y en Sheminí Atzéret, en el Estado de Israel. Llegada la hora de la lectura bíblica, se extraen del Arca Sagrada todos los rollos de la Torá que la sinagoga tiene guardados allí, y se celebran con ellos siete Hacafot o “rondas“ por el recinto (análogas a las que ya se vieron al hablar de Hoshaná Rabá en la fiesta de Sucot). Después de esta ceremonia se los vuelve a guardar a todos en su lugar. menos tres que quedan afuera para leer de ellos los fragmentos bíblicos de la fecha: el primero, que contiene la bendición de despedida de Moisés y el relato de su muerte en el monte de Nebó; el segundo, para leer el comienzo, la narración de cómo Dios creó el Universo; y el tercero, para leer del libro Bamidbar o Números el detalle de los sacrificios festivos de la fecha.