Artículo de octubre de 2011

MARIO NUDELSTEJER

Este es un extracto de lo que en sentimiento vuelcan dos artistas sensibilizadas por las expresiones plásticas de la sociedad precolombina, y su proyección ante la ya muy cercana exposición de sus trabajos en este sentido, que se inaugurará el 10 de diciembre en el Museo de Tlatilco, Estado de México.

Grace. En esta exposición busqué a través de mi pintura traer a nuestros días la mirada de la cultura prehispánica a través de sus manifestaciones artísticas. El mundo prehispánico ha sido una inquietud constante en mi trabajo de poesía, dibujo y pintura. Me interesan las formas intensamente expresivas del arte prehispánico. Además, siempre he sospechado que como humanidad hemos perdido una parte mística e intuitiva que estas culturas sí poseían. Hemos cedido este tipo de conocimiento en favor de una racionalidad exagerada… Investigando este mundo más cercano al corazón de sus emociones busco romper el hielo que obstruye nuestro desarrollo. En particular, el tema de los dioses que trabajé en poesía me atrae porque la relación de la comunidad con sus dioses nos habla de su concepción del mundo. Quiero así atraparla a través de la pluma y el pincel para que nos transmita su sabiduría.

Leonor. Durante cuatro años, cada semana, estuve visitando el Museo de Antropología con el firme propósito de estudiar las piezas exhibidas y darme el tiempo de descubrirlas una y otra vez. Su mundo, su cultura, su sabiduría…

Mi medio, el dibujo: Además de ser mi pasión, es una de las formas con las que me gusta relacionarme con lo que me rodea; para apreciarlo y para expresarlo.

Grace. Leonor es compañera del taller de dibujo con modelo del profesor Eduardo Cohen y no es una casualidad que el mundo prehispánico también esté en su trabajo creativo. La escuela expresionista que compartimos, la misma formación que nos une, nos atrae hacia la fuerza del arte prehispánico especialmente expresivo. Al intentar captar sus formas, queremos quizás entender cómo los artistas prehispánicos lograron esa expresión que llega a la esencia del ser humano. Compartir esta exposición me da el honor de hablar con la obra de Leonor y hacerle las mismas preguntas que le hago a las formas prehispánicas pero ahora a través de su mirada. A la vez, nuestra obra adquiere vida propia y dialoga para descubrirse a través del compartirse. Esta exposición conjunta abre un universo mágico para contagiarnos sus intensas reflexiones rescatadas de un tiempo místico.

Leonor. Es un gusto reencontrarme con Grace en esta ocasión en la que además de la amistad y de ser ambas discípulas del Maestro Eduardo Cohen, nos une el gusto por el arte y el mundo prehispánico.

Dos miradas, dos expresiones: la de Grace, la mía y, una más. . . la tuya.