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26 de octubre 2012.-Al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podría salirle el tiro por la culata con su última maniobra política para ganar escaños en las próximas elecciones. Según una encuesta realizada tras su anuncio de que fusiona sus listas con el partido de extrema derecha Yisrael Beitenu, los votantes del Likud, el partido de Netanyahu, no ven con buenos ojos esta unión, lo que podría restarle escaños en los próximos comicios.

El sondeo, realizado por internet, es el primero desde que este jueves se anunciase la fusión de las listas de los dos partidos. Con una muestra de 305 israelíes judíos encuestados, revela que ambos partidos perderían hasta nueve escaños tras la unión. La lista fusionada de los dos partidos sacaría tan sólo 33 escaños de los 120 que hay en la Knesset.

Decisión «errónea»
«Creo que la decisión de Netanyahu de unirse a Lieberman ha sido errónea», comenta por teléfono Avraham Diskin, analista político y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén. «Lieberman es un político con una agenda muy específica y orientada a la extrema derecha, sobre todo en temas del proceso de paz con los palestinos y asentamientos en Cisjordania, lo que podría echar para atrás a muchos votantes del Likud. También podría pasar que finalmente Lieberman acabe fagocitando políticamente a Netanyahu y acaba erigiéndose más tarde como primer ministro».

Precisamente esa posibilidad es la que se ha apresurado a descartar Lieberman, que ha aclarado que no habrá rotación con Netanyahu en la jefatura de Gobierno en caso de ganar las elecciones. «Nunca surgió en las negociaciones. No lo he pedido y tampoco lo ofrecieron», dijo el ministro de Exteriores en unas declaraciones a la edición electrónica del diario «Yediot Aharonot».

Muchos israelíes tiemblan ante esa idea, dado el amplio currículo de Lieberman en exabruptos políticos y su marcado rechazo al plan de paz con los palestinos, así como su ultranacionalismo.

Sin bloque de izquierdas
Si la predicciones de la encuesta «relámpago», que se realizó tan sólo minutos después del anuncio de Netanyahu, resultan ser ciertas, la izquierda israelí está de enhorabuena, ya que el partido Laborista y el recién creado partido Yesh Atid (Hay Futuro), ganarían entre los dos 45 escaños.

Por el momento ningún líder de centro ni de izquierdas confirman ni desmienten la posible creación de un bloque de centro-izquierda para hacer frente a la amenaza de lo que ya comienza a llamarse Biberman (haciendo referencia al mote de Netanyahu, Bibi).

La líder del partido Laborista, Shelly Yehimovich, ha hecho un llamamiento al resto de los partidos a agruparse para combatir esta nueva formación «racista y de extrema derecha», como comentó Yehimovich a los medios israelíes tras el anuncio.