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30 de octubre 2012.- Una delegación de la diplomacia israelí voló a Buenos Aires para convencer a sus interlocutores argentinos de no ceder ante Irán en el diálogo en Ginebra sobre la responsabilidad de Teherán en el atentado contra la mutualista judía AMIA, en 1994, indicó hoy a Efe un responsable israelí.

Las conversaciones tuvieron lugar ayer por espacio de algo más de dos horas en una pequeña sala de la sede europea de Naciones Unidas y acabaron antes de lo previsto, con un hermetismo total por ambas partes sobre su resultado.

Días antes, el director para América Latina del Ministerio israelí de Exteriores, Itzhak Shoham, y el número dos de su Departamento de Inteligencia, Reuven Azar, se habían entrevistado en Buenos Aires con el subsecretario de Estado de Asuntos de América Latina y con el jefe del departamento de Oriente Medio de la cancillería argentina.

“Les dejamos claro a los argentinos que mantenemos la guardia sobre este tema y que no permitiremos que se pase por alto nada sobre el ataque”, indicó el responsable israelí bajo condición de anonimato.
La delegación israelí exhortó asimismo a sus interlocutores a desconfiar de las intenciones de Teherán en el diálogo y a mantenerse firmes en la exigencia de la extradición de los sospechosos y el pago de compensaciones a las familias de las víctimas.

“Argentina dice en su comunicado que la reunión tenía como único objetivo hablar de la AMIA. No tenemos ninguna razón para creer lo contrario, pero todos sabemos cómo son los iraníes”, declaró la fuente.

En una entrevista publicada ayer por el diario argentino “La Nación”, Shoham asegura que “cualquier tipo de diálogo que le permita a Irán aparecer como un participante normal de la vida internacional es perjudicial para las medidas que el mundo está tomando”.

Hace poco más de un mes, los Gobiernos de Argentina e Irán acordaron en Nueva York, en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas, continuar en Ginebra las conversaciones sobre el conflicto que enfrenta a ambos países por el atentado en 1994 contra la sede de la AMIA en Buenos Aires, en el que murieron 85 personas.

Ambos Ejecutivos acordaron explorar un mecanismo legal para esclarecer el atentado que no esté en contradicción con los sistemas legales de los dos países.

La Justicia argentina emitió en 2006 una orden de captura internacional contra el entonces ministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi; el exministro iraní de Información Alí Fallahijan; el ex asesor gubernamental Mohsen Rezai; el exagregado de la embajada de Irán en Buenos Aires Moshen Rabbani; el exfuncionario diplomático Ahmad Reza Ashgari y el libanés Imad Fayez Mughniyah.

También son requeridos por la Justicia argentina el viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Africanos de Irán, Hadi Soleimanpour; el expresidente iraní Alí Akbar Rafsanjani y el exministro iraní de Relaciones Exteriores Alí Akbar Velayati.

El ataque contra la AMIA sucedió a otro que destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires el 17 de marzo de 1992 y causó la muerte a 29 personas