LUIS MAIZEL PARA ENLACE JUDÍO

Estimados Amigos:

Octubre fue un mes interesante con Estados Unidos sufriendo la peor tormenta en 50 años, las elecciones que terminarán el Martes 6 de Noviembre llegando a su clímax y los mercados financieros con altibajos grandes pero poco movimiento neto en el mes.

No cabe duda que la economía está muy débil. El crecimiento reportado del 2% para el tercer trimestre incluye un incremento fuerte en el gasto del gobierno y un impacto significativo del gasto de campaña electoral. Ese crecimiento no es suficiente para empezar a combatir el desempleo y difícilmente satisface las necesidades de los nuevos trabajos que requiere el incremento de población.

Hace un año el Congreso decidió que si no había un acuerdo para reducir el déficit federal habría un recorte automático al gasto público y un regreso a los impuestos que había hace 10 años antes de que el Presidente Bush los redujera. Esto es lo que muchos de Uds. han oído como el “fiscal Cliff” ó precipicio fiscal. Por motivos electorales no se ha llegado a ningún arreglo y salvo una solución “mágica” y artificial, llegaremos a esa condición y hay una buena posibilidad que eso lleve al país a una nueva recesión en 2013.

A corto plazo la tormenta Sandy va a tener un efecto económico negativo al cerrar fabricas, destruir casas, interrumpir viajes, etc. Pero a mediano plazo se ha observado que estos eventos tienen un efecto positivo por la reconstrucción que se tiene que hacer y por la reinversión de los fondos que pagan las empresas de seguros.

Las estadísticas económicas en EUA muestran señales encontradas ya que el desempleo bajó a 7.8% con poca creación de trabajos (lo que quiere decir que mucha gente dejó de buscar empleo), la situación residencial parece repuntar un poco aunque los precios promedio bajaron 3% y la utilización de planta se quedó en 73.1% aunque la venta de bienes “mayores” bajó considerablemente.

Las elecciones están muy cerradas y es posible que veamos un triunfo de Romney en el voto popular pero no necesariamente una mayoría en el Colegio Electoral. Lo que sí se puede anticipar es que será muy poca la diferencia y no me sorprendería que no se sepa quién es el próximo presidente por un par de semanas por disputas en cuanto a votos por correo, recuentos, etc.

México está ya muy cerca de tener un nuevo Presidente en los Pinos y la situación se ve positiva. Los problemas que va a enfrentar Peña Nieto (competitividad, pobreza, seguridad, educación, corrupción, etc.) son de todos conocidos y de muy difícil solución pero siento que habrá bastante apoyo de una sociedad ansiosa de mejoría y un Congreso que, aun sin tener mayoría absoluta, tiene una gran ventaja partidista.

Los problemas de China son buenos para México pues más empresas piensan en regresar a la maquila mexicana pero el raquítico crecimiento de Estados Unidos es malo ya que siguen siendo, por mucho, el mercado para las exportaciones mexicanas que no han logrado desarrollar mercados adicionales.

El peso sigue en una banda bastante estrecha y depende más del apetito de los inversionistas de buscar refugio ó buscar mayor retorno que de lo que pasa en México. Las reservas efectivamente han creado un blindaje contra la fuga de capitales paro cada día México se siente más caro y el diferencial de inflaciones crea presiones sobre la moneda.

Las tasas de interés tuvieron un ligero incremento en el mes a pesar de la ratificación del FED de que no tiene intención de subirlas antes de 2015 y el lenguaje del comunicado oficial sigue hablando de un crecimiento endeble y de una preocupación sería con el índice de desempleo. El incremento de tasas afectó el precio de los bonos pero el mercado mantuvo su deseo de mayor rendimiento lo que prolongó la adquisición de bonos corporativos y de papel extranjero.

Las bolsas de valores no tuvieron un buen mes aunque la caída se mantuvo alrededor del 3%. Lo interesante es que hubo varios días de movimientos de más de 200 puntos lo cual no se veía hace ya muchos meses.

El dólar se mantuvo estable a pesar de que Europa no acaba de resolver sus problemas y España sigue sin pedir ayuda formal la cual ya le fue prometida pero los obligaría a tomar una serie de medidas de austeridad que políticamente no son apetecibles para Rajoy.