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Clérigos protestantes pintaron un panorama en gran parte pesimista de la relación de la Iglesia protestante con Israel y con la comunidad judía durante una visita a Tierra Santa, sugiriendo que el antisemitismo es un problema profundamente arraigado en la teología cristiana que será difícil de desarraigar.

Las relaciones entre los judíos y los protestantes están experimentando actualmente una grave crisis después de que los principales líderes de iglesias protestantes tradicionales en los EEUU acusaran el mes pasado a Israel de “generalizadas” violaciones de los derechos humanos e instaran al Congreso a reconsiderar la ayuda militar a Jerusalén.

“Soy completamente pesimista en cuanto a la creencia de que nosotros vayamos a trascender 2.000 años de teología errónea que se ha manifestado en todo tipo de diatribas y facciones antisemitas”, dijo el Rev. Paul Wilkinson, el ministro adjunto de la Hazel Grove Full Gospel Church, una pequeña congregación pro-Israel en Stockport, Inglaterra. “Yo creo que estaríamos engañándonos a nosotros mismos si creyéramos que podemos revertir y cambiar lo que perciben como un Goliat dentro de la teología de las iglesias protestantes. El Goliat al que nos enfrentamos es el Goliat de la teología del reemplazo, el Goliat de palestinismo cristiano que ataca y acusa a Israel, que condena a Israel y a esos cristianos que están con Israel”.

La teología del reemplazo, también llamada la Teoría de la Substitución o la Teología de la Suplantación, es la creencia de que la Cristiandad ha sustituido al pueblo judío como destinatario de las promesas que Dios hizo en el Antiguo Testamento.

“Eso Goliat no pueden derribarse con una piedra y una honda como en los días del rey David, porque el problema no es político, ni tampoco es sociológico o consecuencia de una falta de educación o de diálogo”, comentó Wilkinson. “El problema es espiritual. El problema es que hay un adversario de Dios, de Israel, de los cristianos”.

Wilkinson habló el lunes en la sesión de apertura de una reunión organizada por la B’nai B’rith World Center en Jerusalén y Ecumenical Theological Research Fraternity en Israel (ETRFI). Fundada en 1966 y con sede en Jerusalén por clérigos y teólogos, la ETFRI busca promover relaciones judeo-cristianas.

Unos 20 pastores cristianos pro-Israel pastores, laicos y activistas de todo el mundo se reunieron esta semana en un hotel de las afueras de Jerusalén para discutir las actitudes anti-israelíes que han caracterizado a las principales iglesias protestantes en las últimas décadas. De acuerdo con el B’nai B’rith World Center, la reunión de tres días está destinada a construir puentes entre Israel y las denominaciones protestantes, y “para ayudar a cambiar las posiciones sesgadas que han adoptado con respecto al conflicto entre Israel y Palestina”.

Sin embargo, algunos participantes pintaron un panorama bastante oscuro de las relaciones judeo-protestantes de cara a un apoyo a Israel, diciendo que la iglesia está abrumadoramente del lado de los palestinos.

“La preocupación humanitaria es el velo que cubre, o en definitiva la manera de racionalizar, lo que yo creo que son ideas y políticas antisemitas”, dijo el reverendo Andrew Love, un ministro de la United Church of Canada, la iglesia protestante más importante del país.

En el 2003, su iglesia trató de volver a evaluar críticamente su relación con la comunidad judía, y “dio un paso muy importante hacia adelante”, recordó. Sin embargo, ese espíritu positivo ha sido roto nuevamente. A principios de este año, la United Church of Canada de manera “bastante abrumadora” decidió sancionar a los productos fabricados en los asentamientos judíos de la Ribera Occidental. “Pero lo que realmente se desprendió de esta historia fue lo profundamente arraigado que está el odio”, señaló. “Es mucho más sutil ahora, pero el cáncer no está menos arraigado”.

El pastor Andrew Love se echa la culpa a sí mismo y a otros amigos de Israel por no hablar claramente.
“Aquellos de nosotros preocupados por estos temas no hemos respondido al creciente activismo que se estaba manifestando en las iglesias locales. En nuestras realidades confesionales es bastante fácil ascender hasta los principales cargos de nuestra iglesia con una agenda bastante radical. Y es la alta dirección la que finalmente marca la dirección”.

Pero todavía hay esperanza, piensa Andrew Love. “Hay una enorme brecha entre las opiniones de los principales dirigentes y de algunos activistas con las opiniones de la gran mayoría de las personas que se sientan en los bancos las mañanas de los domingos. Tenemos que dotar a esas personas que se sientan en los bancos con otra narrativa sobre toda esta cuestión, que no sea narrativa la que están recibiendo ahora, unilateral y desequilibrada”.

Wilkinson, el reverendo de Inglaterra, insistió por su parte en que las iglesias protestantes tradicionales son una causa perdida cuando se trata de sus puntos de vista con respecto a los judíos. En su intervención en la reunión el lunes por la noche, recordó haber asistido hace unos años a una conferencia internacional organizada por el pro-palestino Sabeel Ecumenical Liberation Theology Center, que según él posee unas nociones antisemitas profundamente arraigadas dentro de algunas denominaciones cristianas. “Esa conferencia fue mi primer contacto con el odio absoluto hacia Israel que existe en el corazón – y digo en el corazón – de la Iglesia protestante”

Durante esa conferencia, Wilkinson fue testigo de cómo los organizadores y los participantes denunciaron a Israel como un Estado de apartheid culpable de la limpieza étnica del pueblo palestino, y nos dijeron que nunca hubo un templo judío en Jerusalén. Un orador llamó al Dios de los cristianos sionistas como “el gran limpiador étnico, el genocida”, y describió al bíblico Josué como el “santo patrono de la limpieza étnica”, afirmó Wilkinson. Ni uno solo de los clérigos protestantes que asistió protestó, agregó Wilkinson.

En 2010, un ministro bautista escocés pronunció un discurso devocional ante los miembros del parlamento escocés, continuó Wilkinson. “Él habló de la esperanza de que en esa Navidad se produjera el nacimiento de otro niño palestino, nacido de un refugiado que viviera bajo la ocupación militar”.

“No reconozco a Jesús en la iglesia protestante actual”, añadió Wilkinson, quien escribió su tesis doctoral sobre el sionismo cristiano y estudió durante algún tiempo en la Escuela Internacional de Estudios del Holocausto en Yad Vashem, en Jerusalén. “Lo que estamos descubriendo ahora es una campaña de propaganda emprendida por la Autoridad Palestina, el mundo islámico y la iglesia protestante, incluyendo la iglesia evangélica”.