NELLY HUSNY SMEKE PARA ENLACE JUDÍO

En un convulsionado y desestabilizado Medio Oriente, nuevamente se suma, después de algún tiempo de aparente “tranquilidad”, el conflicto entre el Estado de Israel y los grupos terroristas palestinos Hamas y Yihad Islámica en Gaza.

El lanzamiento de misiles y proyectiles desde Gaza hacia territorio israelí se ha intensificado sobre todo en estas semanas, y ha logrado tener un alcance como en décadas no se había visto; no solo se reporta el impacto de proyectiles en el sur de Israel, sino en Tel Aviv y cerca de Jerusalén. Esto lo han logrado gracias al tráfico y comercio ilícito de armamento entre los grupos terroristas y ciertos países como Siria, Irán, Libia y Sudán, que apoyan y fomentan los actos terroristas en contra de Israel y Occidente.

A pesar de las críticas y los repudios internacionales, el ejército israelí llevó a cabo la defensa de su propio territorio y ha brindado protección a sus ciudadanos. El Estado de Israel es el único país en el mundo que día a día debe disculparse y justificarse ante la Comunidad Internacional por el simple hecho de ejercer el más arcaico derecho, que es defender y asegurar a los ciudadanos y al territorio de cualquier amenaza y ataque.

Y a se ha logrado un alto el fuego. Tanto el Presidente estadounidense como el Secretario General de la ONU han instado por la solución pacífica y diplomática del conflicto. Sin embargo, es momento para que los actores internacionales principales comprendan que el Estado de Israel no puede seguir rodeado de enemigos cuya destrucción y aniquilamiento desean y planean, que Israel al igual que otros países no tiene por qué pactar y dialogar con terroristas que no desaprovechan oportunidad para lanzar ataques sobre su población; ningún otro país lo toleraría.

Es momento de catalogar este histórico conflicto como de Alta Seguridad Internacional y comenzar a darle solución a partir de las bases e ideologías surgidas ha raíz de la Primavera Árabe ya que éstas están dando forma a un nuevo Medio Oriente.

Se debe tomar en cuenta la posible participación en éste conflicto, de ciertos grupos yihadistas y rebeldes que ya luchan en sus propios países, pues no titubearían en unirse a los terroristas en Gaza para acabar con Israel y luchar por la causa palestina. Incluso los sirios, a pesar de que su país se encuentra enfrascado en su propia guerra, el hecho de tener un enemigo en común, en este caso Israel, puede servir perfectamente para canalizar la furia hacia otros rincones y así “apaciguar las aguas”.

Tanto Israel y los lobbys judíos americanos, deben usar sabiamente la diplomacia y el cabildeo para convencer, involucrar y presionar al Presidente estadounidense, Barack Obama, que hasta el momento se ha quedado, de cierta manera, al margen de la problemática e inseguridad que viven los israelíes.

Otro punto importante es el papel que debe desempeñar Egipto, pues no podemos olvidar el Acuerdo de Camp David de 1978, el cual ha mantenido a Israel y Egipto en buenos términos, incluso Egipto ha sido un aliado importante para la estabilidad y seguridad de Israel. Sin embargo, esta vez, se suma un factor determinante: Mohamed Mursi, su nuevo gobierno y su simpatía por Hamas y la Yihad Islámica.

Israel debe evitar a toda costa que éste conflicto con Gaza sea la puerta de acceso directa o indirectamente de diversos Estados enemigos, pues de ser así la Balanza de Poder en la región quedaría totalmente desequilibrada.