HONEST REPORTING/ TRADUCCIÓN DIANA FERNÁNDEZ

Ya que la Operación Pilar Defensivo ha llegado un su fin (¿ con suerte?), presentamos las 5 peores mentiras que inauguran el Salón de la Vergüenza de Honest Reporting.

1. Jon Donnison, BBC. Retuiteó una dramática foto de dos niños palestinos heridos en la operación Pilar Defensivo, sin hacer ningún esfuerzo para verificar la autenticidad de la foto.

Resulta que los niños habían sido heridos en Siria y la foto era… del 28 de octubre.

Más tarde se disculpó por el retweet …

Lamentablemente, el tweet original fue visto por más de 7 mil seguidores, de los cuales respondieron más de 100 personas, por lo que la disculpa resultó escueta y demasiado tardía como para reparar el daño.

2. BBC News

Quien se negó a reconocer que engañó a su público mostrando imágenes falsas de palestinos heridos.

Casi tan pronto como Israel lanzó la Operación Pilar de Defensa, la máquina Pallywood puso la manivela en marcha, creando imágenes falsas de palestinos siendo evacuados después de un ataque israelí. Las imágenes aparecieron en la BBC y las retomó la CNN.

La CNN tomó medidas después, verificando el material de archivo con Reuters (que es la empresa encargada de distribución).Cuando no hubo una respuesta satisfactoria, se quitaron las imágenes y se emitió una disculpa.

La BBC, sin embargo, seguía respaldando estas imágenes afirmando que habían sido obtenidas en una edición de un carrete más largo. Las imágenes que aparecieron en el sitio llevaban el sello de una edición tendenciosa, similar a la del caso de Mohammed Al Dura.

3. Clayton Swisher, Al-Jazeera

Por twittear que los ataques palestinos con cohetes contra civiles israelíes fueron legales aludiendo a las “leyes de guerra”.

De hecho, si hay un intento por restringir los que se puede o no hacer durante la guerra, lo primero debería ser proteger la vida de los civiles.

Swisher no sólo sirve como un apologista de Hamas, sino también pervierte el concepto de crímenes de guerra.

Puede que sea demasiado esperar que los periodistas dejen de acusar a ambos lados de crímenes de guerra. Pero lo sucedido va un paso más allá de lo irresponsable.

4. Los propagandistas palestinos

Por ir a lo más bajo de la desinformación, explotando las imágenes de bebés heridos.

Mientras los propagandistas palestinos nunca han sido tímidos para mostrar imágenes de sus muertos y heridos con el fin de ganar la simpatía del mundo, en el conflicto actual, han llegado a su nivel más bajo. Una de las imágenes de más rápida propagación mostró una pequeña muerta en brazos del primer ministro palestino, Ismail Haniyeh. El único problema era que la niña no murió por un ataque de Israel, sino más bien por un cohete errante disparado por la propia organización de Haniyeh.

Pero eso no es todo. No contento con difundir las imágenes de los niños palestinos, han llenado las redes sociales con imágenes de un niño israelí herido por los cohetes palestinos – alegando que era una niña palestina herida por ataques israelíes.

Más adelante, hay una multitud de imágenes de cuerpos de niños sirios, difundidos por los medios como si fuesen palestinos.

5. Steve Bell, The Guardian

Cuando se trata de la construcción de un Salón de la Vergüenza en la cobertura de la guerra mediática contra Israel, siempre se puede contar con The Guardian para competir por un lugar destacado en la lista. Y este año no es la excepción.

Esta historieta de Benjamin Netanyahu publicada en los primeros días de la guerra ofrece tantos aspectos diferentes de la parcialidad de los medios que es difícil escoger los peores. Comience con un prejuicio antisemita clásicode Israel manipulando y controlando los líderes occidentales. Luego está la fuerte implicación de que el verdadero motivo detrás de la operación de Israel es ganar las elecciones.

Al parecer, los dibujantes de Guardian no alcanzan a considerar el hecho de que los líderes estadounidenses y británicos realmente apoyan la acción militar porque quieren detener los ataques contra civiles israelíes.

Pero lo que puede ser incluso más preocupante que la propia caricatura es la discusión que se llevó a cabo al respecto en la sección de cartas al editor de The Guardian, unos días más tarde. En lugar de reconocer la naturaleza antisemita de la caricatura y exigir su retirada, un número significativo de lectores de The Guardian alabó la caricatura y afirmó que las acusaciones de antisemitismo eran reacciones “legítimas” de crítica a Israel.