LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

El periodista italiano Giulio Meotti (GM) en el artículo que publicó en el periódico Wall Street Journal en octubre pasado, da testimonio de la compleja situación que ha creado en Europa la presencia de los musulmanes, particularmente los fundamentalistas, quienes quieren imponer a las sociedades del Continente la Ley Islámica (Saharia), para ello llevan a cabo lo que ellos denominan la Yihad, Guerra Santa, contra los infieles: musulmanes que no viven de acuerdo a las severas disposiciones de la Saharia y a todos los que no profesan el Islam. En Europa residen alrededor de 52 millones de personas que practican la fe musulmana.

GM consigna que en este contexto, Italia ocupa el primer sitio en Europa, como un paraíso para el surgimiento de mártires terroristas vinculados con la realización de las mayores acciones violentas en el mundo, entre las que destacan 29 terroristas suicidas que se hicieron estallar en Irak y Afganistán; ocho prisioneros recluidos en la cárcel de alta seguridad que EUA tiene en su base militar de Guantánamo. De acuerdo a GM, la proliferación de terroristas en Italia, constituye un símbolo de la islamización de ese país.

Asimismo, la multiplicación de mezquitas en Europa: el Imperialismo Religioso del Islam, es evaluado por los propios europeos como un signo de “ocupación”. En Italia muchos de los proyectos para la construcción de mezquitas son promovidos por políticos de izquierda quienes libran una guerra ideológica contra la Iglesia Católica Romana. No obstante, que una parte significativa de los italianos se oponen a la construcción de mezquitas, poco pueden hacer para impedirla en virtud de que no existen leyes al respecto.

En Italia existen aproximadamente 500 mezquitas, de las cuales el 70.0% son dominadas por la Hermandad Musulmana, organización que predica los fundamentos del Islam radical, además de la existencia de miles de centros informales de rezos y escuelas coránicas en las que se incuban futuros terroristas. Sicilia, en particular, se está convirtiendo en un importante centro de residencia de musulmanes, esta región en el pasado estuvo bajo la ocupación de los musulmanes durante dos siglos, la cual llegó a su fin en 1222. Los musulmanes empezaron a regresar a Sicilia a partir de la década de los setentas del siglo pasado, procedentes del Norte de África y del Medio Oriente, principalmente. En Sicilia se está construyendo una mega mezquita con fondos proporcionados por Qatar y podría rivalizar con la de Roma, una de las de mayor tamaño en Europa, que tiene capacidad para más de 12,000 fieles.

En este ámbito, el Vaticano ha advertido del peligro que representa el extremismo musulmán en el mundo. En el pasado Sínodo de Obispos Católicos realizado durante dos semanas de octubre en el Vaticano, uno de los temas centrales que trataron, fue el de las dificultades que representa para los cristianos la cohabitación con el Islam y las consecuencias de su creciente predominio, como está sucediendo en Egipto, donde las instituciones del Estado están siendo sometidas a “un nuevo proceso de islamización y los cristianos son considerados como ciudadanos de segunda categoría y son objeto de odio y desprecio, sentimientos que se alimentan en las escuelas”.

Egipto está virando a la Edad Media.
Los musulmanes moderados en Europa, que son la mayoría de esa religión, se sienten víctimas de la Saharia; especialmente las mujeres, afectadas por la misoginia de individuos que creen ser superiores a ellas dado que en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, “dictado por Alá a Mahoma en el siglo VI”, se señala que “los hombres son superiores a las mujeres porque Alá les otorga la primicia sobre ellas; dio a los varones el doble de lo que les proporcionó a las mujeres”.
En este ámbito, las incesantes corrientes migratorias de musulmanes de países árabes y su elevada tasa de crecimiento demográfico han ampliado la presencia musulmana en Europa, especialmente en Italia; donde el número de musulmanes de esa nación pasó de 600,000 en el 2000 a un millón y medio en el presente, estimándose que llegará a cerca de tres millones en el 2030.

En este marco, sobresale que los políticos europeos vean a la explosión demográfica musulmana como un potencial de votos. El abrumador voto musulmán para Francois Hollande fue decisivo para que este fuera elegido Presidente de Francia en las elecciones del 6 de mayo del 2012. De acuerdo a una encuesta de la firma de Opinión Way para el diario parisino “Le Fígaro”, 93.0% de los franceses musulmanes votaron por Hollande. Su triunfo de alguna forma prefigura la Europa del mañana.

Los musulmanes de Francia, y en general de Europa, tienden a apoyar a los partidos socialistas por razones demográficas, sociales e ideológicas; de aquí que no sorprenda que estos últimos favorezcan la inmigración musulmana que genera votantes. Musulmanes y socialistas comparten “una mística antipatía por los valores tradicionales judeo-cristianos”; igualmente socialistas y musulmanes tienen “un mutuo desdén por EUA e Israel”. Los partidos europeos de izquierda “han trocado el antisemitismo en una forma política de anti sionismo”.

La islamización de Europa evidencia su capitulación con graves repercusiones sociopolíticas no sólo para los europeos, sino para el mundo en su conjunto.