EL MUNDO.ES

29 de noviembre 2012.-Mientras los palestinos esperan -sin crearse excesivas expectativas- que el paso del presidente Abu Mazen sea el primero hacia un Estado de pleno derecho en la comunidad de naciones y celebran la amplia mayoría en la Asamblea de la ONU, los israelíes minimizan la noche, se resignan a la garantizada derrota diplomática, lamentan el voto de algunos países amigos como España o Francia y aparcan severas represalias a las futuras medidas que pueda tomar el rais. Por ejemplo, acudir a la Corte Penal Internacional.

Como hace un año cuando intentó sin éxito el reconocimiento de un Estado en el Consejo de Seguridad de la ONU, el liderazgo palestino en Cisjordania organiza manifestaciones y celebraciones de cara a la votación. Esta noche, fuegos artificiales. Los palestinos asumen que cuando se despierten mañana todo continuará igual pero disfrutan saboreando una victoria diplomática que, esta vez, sí podría tener consecuencias prácticas.

No solo la posibilidad de denunciar en La Haya cualquier operación militar israelí sino pedir el acceso a unas 30 agencias de la ONU. Y volver a la mesa de negociaciones -si ésta aún existe- con el estatus de Estado aunque sea observador y no miembro del organismo internacional.

“Votar por Palestina en la ONU es una oportunidad para los países estar en el lado correcto de la historia. Estamos encantados de ver una clara mayoría liderando su apoyo en la senda de la justicia”, afirma Mohamed Shtayyeh, destacado dirigente de Al Fatah.

“Abu Mazen no tenía más remedio que ignorar la presión de EEUU e ir a la ONU ya que Hamas ha logrado mucha popularidad tras la ofensiva en Gaza. Sabemos que no se crea un Estado independiente pero quizas sea un primer paso. Desgraciadamente, no habrá cambios y mañana seguirá la ocupación y la construcción en las colonias de Cisjordania”, nos dice Ahmed Sabr en una de las calles que conducen al centro de Ramala.

Desde la Franja de Gaza, el movimiento islamista Hamas cambia de táctica y ahora apoya la iniciativa de Abu Mazen. “Creemos que aumentará la presión sobre Israel aunque nosotros no aceptamos la fórmula de dos Estados. Nosotros no renunciaremos a un milímetro de Palestina. Nunca reconoceremos a Israel”, afirma el líder de Hamas, Jaled Mashal.

Tras la votación en la ONU, los palestinos no pronostican un regreso rápido al proceso de paz pero si el aumento de posibilidades para la reconciliación entre Hamas (Gaza) y Fatah (Cisjordania).

Israel

En el Gobierno israelí, mezcla de sentimientos que van desde el enfado y decepción a la resignación e indiferencia. Tras “congelar” las medidas unilaterales de represalia ante lo que llaman “medida unilateral” palestina, Israel opta por reducir la importancia del evento.

“Es una decisión simbólica ya que sólo el Consejo de Seguridad puede aprobar la creación de un estado auténtico. Todo se reduce a que Abu Mazen saldrá un poco reforzado mientras en Gaza hay ya un Estado, el terrorista de Hamastan”, afirma el ministro israelí Avi Dichter. Y recuerda que hace exactamente 65 años, “los árabes rechazaron la resolución de la ONU sobre la partición del territorio en un Estado judío y otro árabe”.

“Acudir a la ONU va contra los acuerdos firmados en el pasado. Es negativo porque los palestinos intentan esquivar el proceso de paz que es el único camino para resolver las cuestiones en disputa y llegar a la creación de un Estado palestino. Si se trata del inicio de medidas negativas contra Israel, nos alejará de la mesa de las negociaciones en lugar de acercarnos tal y como deseamos”, declara a ELMUNDO.ES la portavoz de Exteriores Ilana Stein.

En la cancillería de Jerusalén recibieron ayer al embajador español en Israel, Fernando Carderera, al que mostraron “la decepción” por el voto favorable de España a la iniciativa palestina.

En Israel, también se preguntan si la votación en la ONU provocará una ola de enfrentamientos en Cisjordania e influirá en los comicios de enero. En ambos caso, el primer ministro y líder del Likud Benjamin Netanyahu espera que la respuesta sea negativa.