MARCOS JALIF BEJAR PARA ENLACE JUDIO

El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas declararon la partición del resto de lo que quedaba del territorio palestino, ya que había sido divido antes, -en septiembre de 1922 se desprendió de palestina más del 50% de su territorio al crearse el reino Hashemita de Jordania-, así pues la propuesta de la partición en dos naciones una judía y una árabe, era únicamente sobre el resto de lo que fue la región histórica de palestina. En este momento la partición fue apoyada por quienes apoyaban a los judíos, entre ellos la Unión Soviética y un repudio total por parte de quienes apoyaban a los árabes.

El día de hoy la situación ha cambiado y el pueblo llamado palestino pide que se le reconozca como un Estado miembro de las Naciones Unidas.

Según analistas como Esther Shabot o Rafael Arazi, esta pretensión no está motivada por el deseo del pueblo palestino a entrar de lleno al concierto de las naciones, sino únicamente para proceder en contra de Israel en las instancias de justicia internacional, reiterando la desvelada intención de destruir a estado judío. Hace exactamente 65 años las Naciones Unidas, tal vez motivadas por el remordimiento de haber callado ante el asesinato sistemático de 6 millones de judíos, crearon al estado judío. Hoy, unas Naciones Unidas con menos escrúpulos y cortísima memoria declaran un estado que ya habían declarado. ¿Estarán los palestinos esta vez a la altura de las circunstancias? ¿Realmente aceptarán la existencia del estado judío? ¿Estarán las Naciones Unidas dispuestas a sancionar las agresiones terroristas palestinas como lo hacen con las acciones militares israelíes? O sólo estamos en el umbral de una nueva oleada antijudía internacional.