CON INFORMACIÓN DE ENLACE JUDÍO

31 de diciembre 2012- Para muchos miembros de la Comunidad Judía de México, la llegada del nuevo año es una buena excusa para celebrar con la familia o amigos. Como en muchas comunidades del mundo, el primer día del año del calendario gregoriano también es festejado, aunque no represente realmente el inicio del año según las creencias judías.

Las fiestas para celebrar el año nuevo tienen una larga historia que se remonta a las civilizaciones más antiguas, como los egipcios y los babilonios, quienes desde hace más de 5.000 años realizaban rituales para festejar el inicio y el fin de un nuevo ciclo. En ese sentido, esta fiesta expresa la necesidad que ha tenido el ser humano desde hace miles de años de medir el tiempo, registrar acontecimientos relevantes y establecer fechas para celebrarlos.

Las fechas que un pueblo elije para celebrar esta fiesta dependen de distintos aspectos relacionados con los acontecimientos que considera más importantes para su cultura. Así, por ejemplo, los babilonios y muchos otros pueblos agricultores relacionaban el comienzo de un nuevo año con el equinoccio de primavera; es decir, con los movimientos de la Tierra alrededor del Sol, que señalaban la sucesión de las distintas estaciones y los momentos propicios para la siembra y la cosecha.

En caso del pueblo judío, el nuevo año, conocido como Rosh Hashaná, da inicio al mes de las fiestas de otoño. El calendario judío es lunar y por ello las celebraciones comienzan al anochecer del primer día del mes de Tishrei, que por lo general siempre coincide con el mes de septiembre, aunque sus fechas precisas varían de acuerdo a la diferencia entre el calendario lunar y el solar. En esta ocasión se celebra la llegada del año 5773, conmemorando la creación del mundo de acuerdo a la narración del Génesis.

Para el pueblo judío alrededor del mundo y en Israel, Tishrei es un mes de reflexión e introspección. En el diez de Tishrei se celebra la más solemne de las fiestas, que es el Yom Kipur o Día del Perdón. Los días entre Rosh Hasahana y Yom Kipur, llamados los “días del juicio”, son días de balance tanto individual como colectivo. De forma personal, de acuerdo a la tradición, las personas reflexionan y concientizan sus acciones durante todo el año que pasó, arrepintiéndose si obraron mal y disculpándose primero con sus semejantes, antes de disculparse con Dios. La culminación de este proceso es Yom Kipur, cuando Dios juzga a los hombres de acuerdo a sus acciones y determina su destino para el año siguiente. Este proceso de autoreflexión ha devenido un pilar de la tradición judía que permea a toda la sociedad, sin distinción de niveles de religiosidad.

La cena festiva de Rosh Hashaná´consiste de una celebración familiar en casa con un ritual establecido de plegarias, así como de alimentos simbólicos acompañados de bendiciones para el nuevo año.