EL ECONOMISTA.ES

30 de diciembre 2012.-El presidente israelí, Simón Peres, criticó hoy, sin nombrarle, al hasta hace dos semanas ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, en un acto con 160 diplomáticos y a menos de un mes de las elecciones generales, lo que le valió una contundente respuesta de la candidatura Likud Beitenu.

“El rol de la diplomacia es, y siempre ha sido, lograr nuevos amigos, no granjearse nuevos enemigos. Tenemos que cambiar el actual enfoque agresivo por uno más moderado basado en el diálogo”, dijo en la conferencia anual en el Ministerio de Exteriores en Jerusalén.

Peres señaló que “la diplomacia es el arte de lo posible” en el que “siempre es mejor ser un león con piel de cordero que un cordero que ruja como un león, asustando al mundo”, en aparente alusión al polémico estilo de Lieberman, que este mismo mes acusó a Europa de ignorar los llamamientos de Hamás a destruir Israel (que Bruselas había condenado) igual que hizo con el Holocausto.

Frente a la hostilidad de Lieberman hacia Abás, al que ha comparado con el ministro nazi de Propaganda, Joseph Goebbels, y acusado de practicar “terrorismo político” y de “obstaculizar” la paz, Peres alabó abundantemente al presidente palestino.

“Conozco a Abu Mazen (Abás) desde hace treinta años. No acepto de forma acrítica todo lo que ha dicho o hecho, pero conozco la realidad en la que opera. Es el único líder árabe que ha dicho públicamente que está a favor de la paz y contra el terrorismo”, señaló el presidente, cuyo cargo es más simbólico que ejecutivo.

Abás, ejemplificó, está trabajando de forma “valiente hasta el punto de poner su vida en peligro” para que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en el territorio ocupado de Cisjordania frustren ataques contra israelíes.

También aplaudió sus “importantes y valientes declaraciones” en una -muy criticada por la opinión pública palestina- entrevista a una televisión israelí en la que dijo que no tenía el derecho como refugiado a regresar a su hoy israelí ciudad natal de Safed (reconocido en la resolución 194 de la ONU) y que mientras sea presidente no habrá una tercera Intifada.

“Tenemos que completar la tarea de alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos sin mayor demora y decir claramente que la solución (de un sólo Estado) binacional es un peligro para el sionismo, el judaísmo y la democracia en el Estado de Israel”, sentenció.

Las declaraciones generaron una dura respuesta de Likud Beitenu, la lista conjunta del partido derechista Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu, y el ultranacionalista Israel Beitenu, que lidera Lieberman, quien dimitió el pasado día 14 para afrontar las acusaciones en su contra formalmente presentadas hoy por la Fiscalía.

“Es una vergüenza que el presidente, un papel simbólico, haya elegido expresar una opinión política personal tan desconectada de la opinión pública israelí. Y es aún más vergonzoso que haya elegido hacerlo ante embajadores, presentando una opinión que fomenta la condena internacional de Israel”, lamentó en un comunicado.

En defensa de Peres salieron varios políticos de centro e izquierda, como la predecesora de Lieberman y líder del partido “Hatnuá”, Tzipi Livni, quien felicitó a Peres por “actuar con responsabilidad y decir a la opinión pública la verdad sobre la situación de Israel”, como corresponde a cualquier israelí al que le importe su país, señaló.