CON INFORMACIÓN DE JTA

Barack Obama

Los más feroces críticos judíos del presidente Obama le reprochan el debilitar los intereses de Israel. Sus más fieles acólitos dicen que sus políticas pueden salvar a Israel de Irán. Lo que ninguno de ellos cuestiona es que el presidente de los EE.UU., está en una posición clave para influir en los acontecimientos que detrminarán el futuro judío.

Mohammed Mursi

Ahora que el presidente Mohamed Morsi ha establecido claramente que está llevando la batuta en Egipto, es él quien debe decidir: ¿Será Egipto una amenaza para Israel, un aliado confiable o un dolor de cabeza perenne? El jurado sigue deliberando, pero Israel – y el mundo – tienen las manos atadas.

Stephen Harper

Llamar a primer ministro canadiense, Stephen Harper un partidario de hueso colorado de Israel es un eufemismo. En los últimos meses, Harper ha clausurado embajada de Canadá en Teherán, nombró a Irán como estado patrocinador del terrorismo, presionó personalmente al presidente palestino Mahmoud Abbas (sin éxito) para abandonar el proyecto palestino de pedir ser un Estado en las Naciones Unidas y ha firmado una serie de pactos de defensa con Israel. El presidente israelí, Shimon Peres, lo ha llamado “un amigo extraordinario”.

Istvan Ujhelyi

Después de que un político húngaro de extrema derecha pidió que los judíos fueran considerados como potenciales riesgos de seguridad, el vicepresidente del Parlamento, Istvan Ujhelyi, pidió a sus colegas usar estrellas amarillas durante una sesión parlamentaria, en señal de solidaridad con la comunidad judía de este país. Ujhelyi dijo que no creía tener raíces judías, pero que él estaría orgulloso si resultaba que así era.

Bob Costas

Cuando el Comité Olímpico Internacional negado reiteradas peticiones para tener un minuto de silencio en los Juegos Olímpicos de Verano de Londres 2012, en honor al 40 aniversario de la muerte de 11 israelíes en los Juegos de Munich, el locutor deportivo de NBC, Bob Costas, se encargó de recordar a los atletas y entrenadores muertos. A medida que la delegación israelí entraba en el estadio para la ceremonia de apertura, Costas resumió la controversia y se quedó en silencio, celebrando su propio minuto de silencio.