SALVADOR SOSTRES/EL MUNDO.ES

El único sentido que tiene la política exterior americana es proteger a Israel. Todo lo demás es secundario y, de hecho, muy poco importante. Desde un punto de vista estratégico, la defensa de Israel en su papel de dique de contención contra la barbarie es la defensa de la civilización, de la libertad y de nuestro modo de vida occidental; y el modo más eficaz- y el único- de combatir al radicalismo islamismo. Pero éste no es el argumento más significativo.

El motivo por el que Israel tiene que ser defendido es porque son la élite de la Humanidad, lo mejor que como especie hemos dado. Es el pueblo judío quien nos ha inspirado en nuestro esfuerzo por ser personas responsables y bondadosas. Es el pueblo judío quien, sobreviviendo a mil persecuciones, nos ha inculcado el mandato de ser libres. Proteger a Israel es proteger lo que nos define como hombres, algo que va mucho más allá de los intereses concretos e incluso de la geopolítica.

En Israel se concreta el principio y el final de nuestro mundo, Israel y el pueblo judío son la pulsión que nos mueve a ser buenos y a ser libres. Todos somos David, aunque lo neguemos, aunque le hayamos traicionado, aunque tengamos un minucioso plan para asesinarle. Hay una sola verdad y es en Israel donde resplandece. Israel es nuestro aliado, pero sobre todo nuestro espíritu.

Cualquiera sabe que Israel no puede permitirse el lujo de perder ninguna guerra, porque sería la última, ni de ser descuidada en su defensa, porque los enemigos de la Humanidad están al acecho para destruirla y destruirnos en cualquier momento de duda o de debilidad. Obama ha cometido el error más grave que podía cometer nombrando a Chuck Hagel como secretario de Defensa después de sus absurdas declaraciones contra Israel y contra el lobby judío estadounidense.

Israel y los Estados Unidos son un mismo destino, una misma idea, una misma misión en el mundo. Con la única y obvia diferencia de que Israel y el pueblo judío hicieron posible América y no al revés.

Es la hora de decirlo claro, con cada palabra y con todo el peso de la verdad única. El principal sentido que tiene la propia existencia de los Estados Unidos es defender a Israel, porque es la manera de defender a sus propios ciudadanos libres, y al pueblo de todos los pueblos que da luz y camino a cada ciudadano libre del mundo.