Esta nota puede comenzar con un aviso a los amantes del arte, la historia y la arqueología, que se dispongan a viajar Jerusalén. Una visita “obligada” sería al Museo Israel, pero es imperioso tomar en cuenta que sería bueno reservarse varias horas para recorrerlo enteramente. Y ni qué hablar de los conocedores del tema en relación al continente americano: en la parte dedicada a las Américas, comprobarán que el esfuerzo valía la pena…y los mexicanos hasta podrán irse habiéndose sentido en casa.
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México tiene una presencia importante en la zona de las Américas en el Museo Israel y la más entusiasta al respecto es la curadora, Yvonne Fleitman-nacida en Uruguay y radicada en Israel hace 34 años-, quien habla con gran satisfacción sobre los 22 años que ya lleva en el museo. A los 19 años llegó al país, estudió Arqueología en la Universidad Hebrea de Jerusalén y a los 30 entró al museo en el que se desempeña desde hace años como curadora de arte de las Américas. Basta con escucharla unos minutos para captar claramente que su profesión no es para ella un mero trabajo, sino un gran amor.

Comenta orgullosa sobre el hecho que desde su vasta reforma el Museo Israel en Jerusalén es considerado el décimo del mundo- lo que llama un “dinosaurio” para un país con sólo 8 millones de habitantes. Destaca que se trata de un museo enciclopédico, término con el cual en este campo se hace referencia a museos en los que se abarca el mundo todo en tiempo y geografía. “Tenemos todo lo que se refiere al arte y la arqueología de todo el mundo, desde la prehistoria hasta arte contemporáneo.Y en las Américas tenemos desde los esquimales hasta Tierra de Fuego”, asegura a EL UNIVERSAL.

Pero sin duda, dentro de ese entusiasmo general por el Museo Israel que conoce al dedillo y en el que se mueve con total naturalidad, su perla es el área bajo su responsabilidad como curadora de las Américas. Y dentro de ello, México. La mención del país en la conversación es asidua y acompañada de una sonrisa de satisfacción.

Yvonne recuerda que el Museo Israel se abrió a mediados de los años 60, al mismo tiempo que el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México y recuerda que fue de allí que llegaron al Museo Israel las primeras piezas precolombinas, por un intercambio cultural entre ambas instituciones. “El Museo de Antropología de México dio objetos al Museo Israel y la Autoridad de Antiguedades de Israel dio una colección muy grande a México, que sigue allá”, cuenta Fleitman, entrando en detalles: “En el crédito dice explícitamente ‘intercambio cultural con el Museo de Antropología de la Ciudad de México’, es algo que se puede leer claramente aquí”.

Estima que fueron aproximadamente 250 las piezas llegadas en aquel entonces desde el museo. “Había todo, piezas grandes, pequeñas…todas buenas.. y también ahora están en exposición”.

Recientemente la contactaron del Museo Nacional de Culturas Populares en México para informarle que las piezas del Museo Israel enviadas a dicha institución tiempo atrás, todas referentes a arqueología en esta zona, por cierto, serán exhibidas en sus salas.

El Museo Israel tiene un millón y medio de objetos exhibidos, desde un millón y medio de años atrás hasta objetos contemporáneos. Todo se divide en cuatro alas: Arte de todo el mundo, Arqueología de Israel y todo Medio –Oriente (los países de la Biblia), Arte judío (Judaica y Etnografía de los pueblos de Israel, lo cual incluye a los árabes) y Departamento Juvenil (educativo).

La sección Arte de las Américas comenzó con una gran colección precolombina que un judío norteamericano donó al museo. Hoy en día la parte más grande es Mesoamérica y las colecciones más grandes son Veracruz Clásico, Maya, el Oeste de México y Pre-Clásico. Algunas de las piezas únicas y poco comunes, son la estatua de Xipetotec y Veracruz Monumental.

Y apenas menciona el tema de donaciones y piezas que llegan al Museo Israel, Fleitman pide recalcar que son muy estrictos al respecto. “El Museo Israel está asociado a UNESCO y todo está muy bajo control. De ninguna manera se acepta objetos que fueron sacados ilícitamente de un país. Si un país pasó las leyes internacionales y no tiene los documentos, nosotros no podemos usar esos objetos”, destaca.

Hoy en día, con cerca de 5 mil piezas de colección, muchas de las cuales provocan, según la entrevistada, expresiones de exclamación de quienes las ven en el Museo Israel, claro está que se ha recorrido mucho camino. Y para la curadora, que sabe lo que hay en depósitos, ello es más fácil de apreciar ya que conoce no sólo los 500 objetos en exhibición permanente sino todos los “tesoros” culturales que pertenecen a la institución.

Las piezas se exponen en Jerusalén y son también prestadas al exterior, como se acostumbra. El año próximo, cuenta Fleitman, se hará en Chicago una exposición compuesta totalmente por unas 70-75 piezas del museo jerosolimitano.

Al final de la entrevista, Fleitman habla sobre la visita al museo de la prestigiosa antropóloga y profesora mexicana Linda Manzanilla. “Una opinión que ella emita es algo muy importante ”, dice Yvonne, manifestando gran respeto por la especialista quien, dice la curadora, ha explorado, entre otros sitios, Tehotihuacan y ha sido decana de la UNAM.

“Cuando vino al Museo Israelestaba anonadada. Estuvimos varias horas con una delegación de profesores y alumnos de arqueología . Le pedí que si ve algo que no le parece auténtico que me diga y me confirmó que todas las piezas son auténticas”-relata. “Yo le había dicho que el Museo Israel es el décimo más grande del mundo y ella no podía creerlo, sabiendo que Israel no tiene más que ocho millones de habitantes. Pero estuvimos horas con toda la delegación, alumnos de arqueología, y vieron que no había exagerado nada”.

Fuente:eluniversal.com.mx