En apenas cinco metros cuadrados estos soldados israelíes vigilan con prismáticos de útima tecnología todo lo que se mueve aquí. Estamos en la conflictiva frontera entre Egipto e Israel. Y pueden hacerlo porque resultan imperceptibles, ocultas bajo esta tela que asemeja una duna del Sinaí. Aquí dentro permanecerán prácticamente invóviles y no importará si hace calor o frío. Su misión será informar de todo lo que ven.

“Desde aquí observamos cualquier tipo de movimiento de posibles terroristas o incluso la entrada de inmigrantes ilegales”, dice Inbal, soldado de la Unidad Mor. Esta joven de 18 años pertenece junto a sus compañeras a las unidades Mor, de inteligencia para el combate, donde la mitad de sus miembros son mujeres. A la misma edad, ellas son más pacientes que sus compañeros hombres y prestan más atención a los detalles, lo que no pasa desapercibido para los mandos.

“Ellas trabajan igual que ellos, también cargan con las tiendas pero este tipo de entrenamientos siempre se hacen por separado”, explica Barack Hohen, Capitán de las unidades. La vigilancia es su principal objetivo, pero también se las entrena para intervenir si tienen que hacer frente a un posible enemigo.

“Por ejemplo si nuestro adversario está a unos 100 metros, nos tiraremos al suelo y abriremos fuego. Pero si están más cerca, a unos 50, tendremos que hacerlo de pie”, dice Daniela.

Jóvenes que se presentaron voluntarias para estas unidades. Por eso estarán un año más haciendo la mili. Lo normal para las mujeres en Israel son dos. “Nosotras no pensamos en la edad. Todos nuestros amigos hacen el servicio militar y salimos de marcha y a los bares como todo el mundo”, explica Daniela.

Así terminan siete meses de entrenamiento. Ya están listas para combatir las amenazas que lleguen del otro lado de la frontera.

Fuente:abc.es