ESTHER ZYCHLINSKI Y ZVI ZIMAN
Sin duda uno de los personajes más comunes en la cultura son los vampiros. Este personaje aparece en casi todas las culturas, sus características, que a ratos se confunden con el hombre lobo, son mencionadas en los cinco continentes, es mencionado desde hace miles de años. Bram Stoker retomó el mito de Drácula creando el actual personaje.
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Esta obra, en tono infantil, nos presenta a un niño que es adoptado por vampiros muy al estilo de los Adams, él se enamora de una niña que es auto invitada, provocando un final bastante interesante.
Resulta una obra que nos comparte lo que en su tiempo Frankestein y Drácula despertaron hacia finales del siglo XIX y principios del XX, el miedo a lo nuevo, a lo distinto, a aquello que no se entiende, y que se rodea de misterio.
A espacio casi vacío se presenta esta obra que nos habla de los miedos constantes, con un maquillaje y un vestuario muy representativo de cada personaje, con un lenguaje adecuado a los niños y aquí es importante mencionar de esta compañía que su trabajo va dirigido hacia ello; nos da información muy interesante sobre la historia de Bram Stoker además de hablarnos de amor y aceptación. La historia es sencilla y divertida, como deben ser las obras infantiles, y los actores se encargan de llevar el mensaje a las mentes de los niños.
En ocasiones nos preguntamos ¿cuándo perdimos esta inocencia del niño? El hecho de expresar más abiertamente lo qué sentimos y manifestarnos, ya de adultos pensamos un poco más en demostrar nuestros sentimientos.
Se presenta los domingos a las 13:00 hrs. en La Gruta del Centro Cultural Helénico, con las actuaciones de Héctor Wong, Francisco Silva, Elsy Jiménez, Jennifer Lucero y Eréndira Castorelo.
