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El presidente americano presentó sus respetos al fundador del sionismo, Theodor Herzl, y al primer ministro asesinado, Yitzhak Rabin, durante una visita al Yad Vashem antes de su encuentro final con Netanyahu. El mandatario estadounidense visitará la Iglesia de la Natividad de Bethelehem y viajará a Jordania para conversar con Abdullah.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó las tumbas de Theodor Herzl y Yitzhak Rabin en el tercer día de su primer viaje presidencial a Israel hoy y dijo: “La existencia de Israel evitará otro Holocausto”. Allí dejó coronas en las tumbas del fundador del sionismo y el asesinado primer ministro, quien se ha convertido en un símbolo del proceso de paz, antes de asistir al memorial Yad Vashem en Jerusalem.

Obama tendrá hoy un encuentro final con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con quien se reunió previamente por tres horas el miércoles. Luego viajará a Bethlehem, Cisjordania, para visitar la Iglesia de la Natividad, donde los cristianos creen que nació Jesús, en lo que es visto como un mensaje de solidaridad hacia las comunidades católicas en la región.

El presidente luego viajará a Amman, donde se reunirá con el Rey jordano Abdullah II. Se espera que las conversaciones se enfoquen en la guerra civil en la Siria vecina y los prospectos de la paz entre Israel y la Autoridad Palestina a través de la diplomacia.

La visita del presidente a este reino apunta a reasegurar el apoyo de Washington hacia Abdullah en un momento en el que está inundado con refugiados de la violencia de Siria y luchando contra las dificultades económicas y tensiones del levantamiento de la Primavera Árabe, según dicen asistentes.

Obama apeló directamente al público israelí ayer y los invitó a ponerse en los zapatos de los palestinos, quienes no tienen un estado, y reconocer que la actividad de los asentamientos judíos hiere los prospectos de paz.

“Para el pueblo judío el viaje de la promesa del Estado de Israel atravesó incontables generaciones. Involucró siglos de sufrimiento y exilio, prejuicio, pogromos e incluso genocidio. A través de todo esto el pueblo judío mantuvo su identidad y tradiciones únicas, así también como el deseo de volver a casa. Y mientras los judíos tuvieron un gran éxito en muchas partes del mundo, el sueño de una verdadera libertad encontró toda su expresión en la idea sionista – ser un pueblo libre en su propia tierra”, dijo.

Fuente: AJN