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De Israel conocemos sus enclaves milenarios y condición de tierra prometida que tanta controversia produce, pero poco sabemos de la nación que crece con aire renovado. Hay nuevas construcciones, centros comerciales y una generación de diseñadores que hacen al país aún más atractivo.

¿Qué tiene Tel Aviv?

La urbe que fuera fundada hace apenas 100 años, luce como cualquier otra que mira al Mediterráneo pero es intrínsecamente diferente. Un centro urbano concebido con la fusión de culturas que miles de judíos trajeron, luego de deambular por medio mundo durante dos mil años. Lenguas tan disímiles como el inglés, el ruso y el español parecen compartir el espacio con el hebreo, a espaldas de la lengua árabe que prevalece al otro lado de la ciudad.

No obstante, basta echar un vistazo y recorrer los rincones para darnos cuenta porqué Tel Aviv es la localidad más liberal de la región.

Sobre la costa, donde la gente acude en busca de la diversión, están muchos de los hoteles y edificaciones mayores, además de las discotecas y los bares con terrazas que miran al mar. Jóvenes, turistas y muchos otros, que no son una cosa ni la otra, hacen del verano un festín. Incluso durante el invierno, cuando la temperatura apenas supera los 70 grados Fahrenheit, muchos colman los restaurantes en busca del buen comer que caracteriza a la zona.

Hacia el lado Este, donde la ciudad crece con altos edificios y autopistas, Tel Aviv tiene al trío de edificios Azrieli por tarjeta de presentación. Tres altas torres, una cuadrada, otra circular y la tercera triangular, que alcanzan los 49 niveles de altura y albergan un sinfín de oficinas, un centro comercial y un hotel que iluminan la noche de la urbe mediterránea.

Jerusalén se renueva

Tierra adentro, donde la historia huele a largos siglos, está Jerusalén con su muro colmado de memorias sobre mesías, reyes y conquistadores. Una urbe enclavada entre colinas y montañas que no escapa a la influencia religiosa de cristianos, judíos y musulmanes.

Sin embargo, la ciudad milenaria comienza a ceder paso a ciertas corrientes que atraen la atención de modistos, arquitectos y firmas comerciales, sin abandonar el aspecto sobrio de la milenaria urbe y una ley que pide cubrir las fachadas de edificios, independientemente del diseño empleado, con piedra típica extraída de la localidad.

Por ejemplo, frente al viejo muro y muy cerca de la perenne puerta de Jaffa está el complejo comercial Mammilla con amplios condominios, tiendas de marca y un hotel muy moderno de última tecnología. Singular contraste de tiempos que combina muy bien con la muralla, gracias a la cubierta de piedra.

Entre las nuevas construcciones destaco el ultramoderno puente de las cuerdas, o Bridge of Strings, diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava. Un viaducto que irrumpe en el ámbito de la ciudad por su aspecto de gran arpa y vía de conexión para el nuevo tranvía.

Asimismo, sobresalen las edificaciones del Israel Museum y el Yad Vashem. Dos recintos museológicos que apuestan por figuras geométricas y líneas aparentemente simples que, juntas, resultan en un atractivo dramatismo que llama la atención.

El primero cuenta con una extensa colección de arte judío e internacional, una sección arqueológica que incluye los Manuscritos del Mar Muerto y una impresionante maqueta de la vieja ciudad hacia el año 66, mientras el segundo alberga un sentido memorial con salas expositoras dedicadas a las víctimas del holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial.

De compras

Salvo las 24 horas que suceden a la caída del sol el viernes, cuando los religiosos judíos ejercen el intangible retiro espiritual de shabbat, que prácticamente paraliza el comercio en el país; Tel Aviv cuenta con una atrayente oferta comercial muy activa.

A unos pasos del paseo marítimo, que mencionábamos antes, están las calles Dizengoff y Hamelekh George repletas de tiendas, cafeterías y restaurantes populares. Dos vías que se cruzan en torno al centro comercial Dizengoff, donde se agrupan las tiendas más conocidas, la moda popular y también los mejores precios.

En Jerusalén la mayor propuesta de compras para el turista está centrada en el mercado de la Vieja Ciudad. Un largo andar por un laberinto de callejones, donde yace un antiquísimo mercado popular árabe que huele a especias y golosinas.

Hay auténticas lámparas de corte arábigo, alfombras y artículos religiosos por doquier. Pero ¡ojo! los mercaderes inflan los precios porque esperan que el cliente regatee. Una vieja costumbre que busca la presa perfecta y oferta un rosario hecho de olivo por 10 dólares, cuando puedes pagar 3 si insistes.

Moda más chic

Cerca de Dizengoff, en Tel Aviv, está la calle Sheinkin donde acuden los más jóvenes a comprar su ropa. Una zona caracterizada por coloridas fachadas, cafés al aire libre y restaurantes donde sobresalen las tiendas dedicadas a la confección nacional.

Si buscas buena bisutería, lindos collares e incluso joyas, encontrarás una buena colección inspirada en la antigua joyería de la zona a buen precio.

Unas cuadras al sur, donde antes estuvo el barrio Neve Tzedek prácticamente abandonado, las calles resurgen con nuevos bríos. Zona plagada de restaurantes gourmet y tiendas especializadas en alta costura, donde la elegancia del vestir para ambos sexos parece mostrar su mejor faceta.

Fuente:diariolasamericas.com