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PROYECTO HORIZONTE EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Los niños no tienen por qué ser una limitación ni un impedimento al momento de salir de vacaciones, sino un motivo para pasar todos juntos unas divertidas e inolvidables vacaciones familiares. Aunque viajar con niños no es fácil, porque se plantean más limitaciones, lo importante es mantener la ilusión, adoptar algunas precauciones, organizarse, y divertirse mucho. Las vacaciones son para relajarse y dejar de lado las presiones de la vida diaria.

Planea el viaje con anticipación: el destino, el equipaje y el medio de transporte haciendo una lista de las necesidades de cada miembro de la familia. Por un lado, las de los padres, y por otro las del bebé o el niño.

Reúnete con tu familia para identificar sus gustos y lugares de interés.

Escucha a tus hijos y preparen una lista. Hablen de los gastos y ajústenlos de acuerdo al presupuesto. Algunos puntos a discutir en la reunión: ¿Qué les gusta? Parques de diversiones, tipo de comida, lugares históricos, museos de interés familiar.

Recuerda abastecer a la familia con alimentos, un equipaje ligero con la ropa adecuada y hoteles con precios moderados, limpios y bien ubicados.

¿Qué llevar en la maleta?

– Cuna de viaje (en el caso de que sea un bebé).
– Termo.
– Calienta biberones (para los bebés).
– Chupones.
– Juguete preferido de cada niño.
– Toallas de baño, jabón, peine, cepillo, colonia, crema hidratante, crema protectora para el sol, pañales, toallitas húmedas, bolsas plásticas y baberos.
– Botiquín de medicinas: con medicamentos, analgésicos, tiritas, alcohol, agua oxigenada, termómetro, tijeras, gasas, algodón y esparadrapo.
– Tarjeta de la Seguridad Social o del seguro médico privado, junto con la cartilla de vacunación del bebé.
– Ropa: es aconsejable poner un conjunto para cada día en la maleta. Es importante llevar alguna muda de sobra para el bebé.

Viajes en coche con toda la familia

Si el medio de transporte elegido es el coche, conviene llevar agua, un cambiador, pañales y toallitas, entre algunos de los básicos. También es importante llevar un cuento, un juguete, un cojín, canciones infantiles para animar a los niños, además de algo de comer. Si algún niño siente náuseas es muy útil llevar alguna bolsa de plástico durante el trayecto. Es necesario parar cada dos horas, puesto que, es aconsejable que todos estiren las piernas y el conductor descanse la vista.

¡No olvides colocar los cinturones y botones de seguridad!

Viajar en avión

Si el medio de transporte elegido por la familia para viajar en sus vacaciones es el avión, deberán llevar lo imprescindible para cambiar, dar de comer o de beber a los niños. Es aconsejable saber que los menores de dos años no tienen derecho a un asiento, e irán sobre el padre o la madre. A pesar de ello, disponen de un cinturón de seguridad apropiado a su edad. Algunas compañías aéreas tienen preparados asientos para llevar pequeñas cunas para bebés, y otras ofrecen juegos especialmente diseñados para niños pequeños y grandes.

Dónde dormir en los viajes con niños y bebés

¿Hotel o apartamento? Esta es la duda que se plantean numerosas familias a la hora de viajar. Las familias con bebés, normalmente optan por un apartamento, ya que tienen más libertad y menos limitaciones que en un hotel, mientras que las familias con hijos de más de 3 años, suelen optar por hoteles.

Actividades para toda la familia

Las actividades familiares en las vacaciones aumentan la diversión, afianzan los progresos y desarrollan nuevas habilidades. Pasar juntos momentos al aire libre haciendo concursos, juegos con pelota y con juegos de mesa o hacer hincapié en la comunicación y la escucha, manteniendo el contacto con otros familiares, amigos o compañeros, hará de las vacaciones un momento inolvidable para todos los miembros de la familia. Puede ser la oportunidad de conocer mejor a personas con las que generalmente no tienen contacto diario.

LA COLABORACIÓN DE LOS HIJOS EN VACACIONES

Limpiar, barrer, fregar, ordenar los juguetes suele ser demasiado trabajo para las madres y la verdad es que los niños podrían echar una mano con estas tareas. Los encargos o pequeñas tareas domésticas son un medio eficaz de educar para la convivencia. Y las vacaciones son la época propicia para poner en marcha un plan de acción familiar. Pero no se trata simple y llanamente de repartir tareas y luego regañar si no las sacan adelante: asignar y supervisar encargos también es un arte porque implica saber qué y a quién encargar algo.

Hacer su cama, ordenar la habitación y el baño o recoger los juguetes les hará más responsables y creará el hábito de responsabilidad, aun estando de vacaciones.