BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

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Un día fui invitado por la Secretaría de Relaciones Exteriores a asistir a una recepción diplomática.

Acudí, pero no conocía a nadie. Mi falta de experiencia en relaciones sociales me condujo a aislarme.

De repente una persona me ofreció una copa con vino y, como soy abstemio, estuve a punto de rechazarla, pero decidí aceptarla y puse mis labios en la copa pero no bebí.

La persona que me ofreció la copa me preguntó: ¿A qué se dedica usted?

_¡Soy Defensor de Derechos Humanos!, contesté.

_Y ¿cómo se llama?

_ Mi nombre es Benjamín Laureano Luna. ¿Cómo se llama Usted?

_Gilberto Bosques.

De inmediato me dijo: ¿Así que es Usted el que me hizo rescatar a Cándido de la Torre en Cuba?

Me sonrojé. Pensé que era un reclamo.

Entonces me contó: Siendo Embajador de México en Cuba recibí en La Habana una llamada telefónica del Presidente Adolfo Ruíz Cortines, quien desde el Palacio Nacional, en México me dijo: Gilberto, entrevista a Fulgencio (Batista) y pídele que me devuelva al asilado cubano Cándido de la Torre, que fue secuestrado en México y conducido a Cuba. Indícale que me lo devuelva vivo o muerto, como lo tenga. El Frente Mexicano Pro Derechos Humanos lo ha solicitado al Gobierno de México. Pero adviértele que tengo aquí a “unos muchachitos” que se los voy a devolver.

Agregó: De inmediato me entrevisté con el Presidente de Cuba, Fulgencio Batista, quien accedió a sacar de la cárcel a Cándido de la Torre, que había sido torturado y así lo envié en avión a México.

Ante esa explicación, me animé y le conté: Una mujer, vestida de negro, me entrevistó llorando. Me dijo que su esposo Cándido de la Torre, asilado en México, fue secuestrado y conducido a Cuba. Ella solicitó que interviniera. Acudí a la Secretaría de Gobernación a entrevistar a Don Angel Carvajal, quien me condujo al Palacio Nacional y fue informado del secuestro el Presidente Ruíz Cortines. Delante de mi se hizo la llamada telefónica a Cuba.

Le seguí contando: Al día siguiente llegó a México golpeado Cándido de la Torre. Al ser interrogado acerca de lo acontecido, dijo que un piloto con uniforme militar mexicano tripuló el avión en que fue conducido a Cuba. El piloto fue identificado como Miembro del Estado Mayor Presidencial. Don Adolfo se indignó, porque el piloto era de su familia. Así fue que dispuso que “los muchachitos cubanos” fueran preparados y enviados de retorno a Cuba. Se trató de Fidel Castro, el “Che” Guevara y otros.

Ante este relato, Don Gilberto Bosques, me contó que en Europa tuvo que intervenir en favor de perseguidos y encarcelados, lo que lo puso en peligro, en unión de su familia y colaboradores, terminando como “prisionero de guerra”, canjeado por presos alemanes y así pudo regresar a México

Me advirtió: ¡Usted corre el mismo peligro!. Le voy a enseñar POLEMOLOGÍA, especialidad emanada de la Segunda Guerra Mundial. En lo sucesivo, cada vez que venga a recepciones diplomáticas o visite la Secretaría de Relaciones, búsqueme.

En las siguientes recepciones diplomáticas, a las que acudíamos, nos buscábamos. Él sentía gran responsabilidad porque yo aprendiera. Se propuso capacitarme, para que no pasara las angustias que él vivió con los nazis. Como era muy conocido, me presentaba a quienes acudían a saludarlo, eso enriqueció mis relaciones sociales.

Hay que estudiar el Estado de pre guerra, me dijo, y aplicar medidas precautorias: solucionar las tensiones que conducen a la pugna, las injusticias sociales que favorecen el conflicto, analizar los mecanismos para disminuir la presión, neutralizar la propaganda belicista, la difusión del odio, la acción de los partidos que tratan de destruirse unos a otros, evitar el terror y salvar a las víctimas.

Sea cuidadoso con el lenguaje -dijo-, porque puede desencadenar una reacción violenta. Condúzcase con suavidad y tacto. Trate de reunir a las Partes en Conflicto para que dialoguen o sirva de intermediario. Los poderes financieros podrían estar financiando a una o a las dos Partes, así mismo los poderes religiosos podrían operar como instrumentos o como motores. Trate de localizar el objetivo del problema: petróleo, uranio, el trazado de un ferrocarril (así sucedió en 1914 con el proyecto del ferrocarril Alemania-Turquía). El botín se enmascara acusando a otros como responsables. El antisemitismo ha sido utilizado durante siglos para ocultar los verdaderos motivos de los ambiciosos y se utiliza al judaísmo como “chivo expiatorio”.

Con frecuencia acudí a Don Gilberto para exponerle asuntos que no podía entender.

Evitar un conflicto es mejor que la guerra, porque en ella pueden morir millones de personas inocentes.

La Polemología me ha permitido comprender los asuntos del mundo y actuar. Pero hay quien considera que soy su enemigo porque no le favorece mi actuación. En realidad trato de disminuir la tensión para que no se desencadene el belicismo. El humanismo es el objetivo y no los intereses privados.