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29 de marzo 2013.- El general Eyal Eisenberg, comandante del Frente Interior del Ejército israelí, ha afirmado este viernes que Israel podría resistir un ataque con armas químicas lanzado desde Siria, aunque ha señalado que es poco probable que el régimen de Bashar al Assad ordene un ataque de esas características.

Israel teme que el arsenal químico sirio caiga en manos de los radicales islamistas que combaten contra Al Assad o de fuerzas como el partido-milicia chií libanés Hezbola. Eisenberg ha advertido de que hay una “posibilidad cierta” de que caiga en “las manos equivocadas”.

Sin embargo, ha asegurado que con ellas “no se derrotaría al estado de Israel”. “Sabemos cómo afrontar este tipo de acontecimientos y estamos preparados para ello”, ha asegurado en una entrevista publicada por el diario israelí ‘Haaretz’. “No veo que haya una guerra química en ciernes contra nosotros”, ha indicado.

Aproximadamente el 60 por ciento de sus ciudadanos tiene una máscara de gas, especialmente los que viven en zonas urbanas, probable objetivo de los ataques. Sin embargo, en lugar de invertir en equipar al resto de la población, prefieren invertir en sistemas de alerta temprana, según Eisenberg.

Más preocupación que las armas químicas sirias genera, según Eisenberg, el arsenal de Hezbolá, que contaría con unos 60.000 cohetes gracias tras mejorar su arsenal después del último conflicto libanés-israelí, del verano de 2006. Hasta 5.000 de ellos serían cohetes con el alcance suficiente para impactar en Tel Aviv con cabezas explosivas convencionales de entre 300 y 800 kilos.

“Me preparo para un escenario en el que más de un millar de misiles y cohetes sean disparados contra el frente interno cada día de combates”, ha explicado. Por ello, Israel podría sufrir más bajas entre los civiles del interior que entre los militares del frente.

En cuanto al despliegue del sistema de intercepción de proyectiles Cúpula de Hierro, ya se han desplegado cinco de las 13 baterías previstas. Sin embargo, Eisenberg ha manifestado su preferencia por proteger los centros industriales y las bases militares antes que los núcleos de población.

Fuente:europapress.es