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30 de marzo 2013.-El secuestro de Gilad Shalit fue resultado directo de su propio fracaso y del de otros integrantes del equipo de su tanque, revelan los informes que el uniformado brindó a sus superiores, según fue publicado por el periodista Ben Caspit, en el diario Jerusalem Post.

A diferencia de otros ex prisioneros de guerra, Shalit fue recibido como un héroe y tratado con guantes de seda por el Ejército de Defensa de Israel; sin embargo, el reporte basado en las entrevistas ofrecidas por el ex prisionero señala que él y su equipo no cumplieron con las espectativas.

Muy por el contrario, Shalit, el artillero del equipo, tuvo varias oportunidades para disparar contra los atacantes. En cambio, se entregó sin disparar un solo tiro, y ni siquiera fue capaz de informar por radio a la sala de operaciones lo que estaba sucediendo.

De acuerdo con el reporte de Ben Caspit, Shalit era conocido como lo que en hebreo se denomina “rosh katán”, un individuo sin iniciativas.

Según el informe, el tanque de Shalit, un poderoso Merkava 3, podía funcionar a plenitud, incluso después de que los terroristas lo averiaron levemente con un lanzagranadas RPG. Este tipo de armas no le puede ocasionar un grave daño a un tanque Merkava 3, aunque sí puede agitar el vehículo y provocar conmoción, señala Caspit.

Shalit sabía manejar el tanque y podía haber salido de la escena con él. También podría haber abierto fuego con el cañón principal o con las tres poderosas ametralladoras pesadas, sin necesidad de exponerse desde el blindado, aseguró Caspit.

En cambio, decidió mantenerse oculto a la expectativa y luego que los terroristas arrojaron dos o tres granadas en la torreta de comando – algo que no recuerda, aunque sí rememora que había mucho humo – salió del tanque sin su ametralladora M-16 y les pidió a sus secuestradores que no le dispararan.
Los soldados habían sido previamente advertidos de que se mantuvieran alertas ante intentos de ataques o secuestros; pero ignoraron las órdenes, apunta Caspi. En el momento del ataque solamente un soldado estaba despierto; cuando las regulaciones indican que al menos dos combatientes deben mantenerse vigilantes durante la noche y todos despiertos al amanecer, cuando ocurrió el suceso.

Los comandantes de la brigada habían preparado un respaldo extra debido a los informes de inteligencia; pero Shalit nunca informó por radio del ataque.

El ataque se produjo el 25 de junio de 2006. Un total de siete terroristas de Hamás y de otros grupos islamista menores se infiltraron, a través de un túnel, bajo la frontera con Gaza, y atacaron a varias posiciones militares en el territorio israelí.

Dos de los terroristas arremetieron contra un puesto del Ejército de Defensa de Israel, hiriendo a varios soldados, y trataron de escapar. Ambos fueron abatidos.

Otros tres acometieron contra un transporte blindado de personal (APC) vacío a cierta distancia; en tanto que los dos restantes atacaron al tanque de Shalit. Si el equipo del tanque se hubiera mantenido dentro del blindado; hubiera sido fácil hacerse cargo de los dos agresores.

Incluso, Shalit solo podría haberse hecho cargo de la situación, precisa el reporte.

Aparentemente, el desacierto más grave lo cometieron Hanan Barak, el comandante del tanque y Pavel Slutzker, que abandonaron el blindado contra todas las instrucciones. Ambos pagaron el error con sus vidas, y fueron acribillados afuera del vehículo militar.

Shalit fue liberado en 2011 a cambio de 1.027 presos palestinos, muchos de ellos condenados por graves atentados terroristas contra civiles israelíes.

Fuente:aurora-israel.co.il