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Un grupo de investigadores israelíes, chinos y de Letonia desarrollaron una “nariz electrónica” que puede detectar el olor específico que desprenden las moléculas cancerosas. El equipo israelí, que dirigió la investigación, tiene base en la Facultad de Ingeniería Química del Technion, y está dirigido por el profesor Hosam Haick.

El diagnóstico de cáncer de estómago no es una tarea fácil. Normalmente se trata de procedimientos desagradables y algunas veces hasta es necesario utilizar anestesia completa. Pero los investigadores pueden ahora haber encontrado una manera de reducir el estrés de la complejidad de los procedimientos, mediante el desarrollo de una prueba que puede “oler” el cáncer de estómago.

La prueba se basa en las actuales tecnologías “nariz electrónica”- que son sensores tan precisos, que puedan recoger los olores que la nariz humana nunca podría. Según los investigadores, las moléculas cancerosas tienen un olor específico que puede ser identificado utilizando este nariz electrónica. Cuando se probó en 130 pacientes chinos con problemas digestivos, el dispositivo fue exacto en un 90 por ciento de los casos en distinguir entre las condiciones cancerosas y benignas.

Hoy en día, el procedimiento común para evaluar el cáncer de estómago-una de las peores formas de la enfermedad- es por gastroscopia. El desagradable procedimiento consta en introducir un tubo flexible equipado con una cámara en el estómago, el cual se ingresa desde la boca. El ensayo desarrollado recientemente no solo tiene el potencial para reemplazar este procedimiento, sino que también tuvo éxito en distinguir entre cáncer temprano y el desarrollado. Los investigadores aclararon que esto es fundamental, ya que hoy en día, sólo un 20 por ciento de los pacientes son diagnosticados a tiempo para la extirpación del tumor en caso de ser posible.

En el pasado, dispositivos similares fueron capaces de “olfatear” otras formas de cáncer, como el de piel, mama, riñón, tracto urinario, cáncer de pulmón y las trompas de Falopio.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista British Journal of Cancer. El equipo israelí, que dirigió la investigación, tiene base en la Facultad de Ingeniería Química en el Technion, bajo la dirección del profesor Hosam Haick. El equipo chino es de la Provincia Anhei, del Hospital Universitario y el equipo letón de la Universidad de Letonia.

Fuente:prensajudia.com