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PETER KATZ PARA ENLACE JUDÍO

Terminaron los días oscuros y tristes en los Campos o fuera de ellos. Las noches iluminadas por las llamas de las quemas de los cadáveres en el bosque. La luz que siempre se reflejaba en el humo que salía del crematorio.

Pero sobrevivimos.

Fuimos golpeados con golpes certeros que llovían, sin ninguna razón aparente. Recibimos insultos y gritos soeces.

Pero sobrevivimos.

A veces nos fue arrancada la taza de sopa aguada, por otro hambriento. Nadie obtuvo nada, la sopa quedó derramada en el suelo. Ni tú ni yo.

Pero sobrevivimos.

En el último Appel, cayeron al suelo dos compañeros. Los Kapos los recogieron y los llevaron en la enfermería. Nunca más salieron de ahí. El Comandante había dicho a la entrada: Aquí se entra por la puerta, pero se sale por la chimenea.

Pero sobrevivimos.

Alguien rezó en voz alta “Hashkivenu Le Shalom”. Dos reos lloraron en voz baja. Los demás callaron. Ya no entendían la antigua lengua de nuestro pueblo.

Pero sobrevivimos.