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16 de abril 2013.-La conocida prisión israelí de Ofer en Cisjordania abrió sus puertas a la prensa este domingo para tratar de demostrar que cumple con la legislación internacional. La principal razón de este gesto inusual es lavar el nombre del sistema carcelario israelí después de la ola de protestas en Cisjordania tras la muerte de dos reos palestinos y, de paso, anticiparse al Día del Preso Palestino, que se prevé movido.

«No tenemos nada que esconder», afirmó el alguacil de Ofer, Yaakov Shalom, antes de abrir la verja principal de la prisión. Shalom dirige la vida de los 700 prisioneros palestinos que viven actualmente en Ofer. En realidad, Ofer no es una cárcel al uso, es un centro de detención donde los presos esperan el juicio y la sentencia que les conducirá a otra prisión más acondicionada para reclusos que esperan condenas largas.

Ofer se construyó en 2008 sobre las cenizas del anterior centro de detención, compuesto por simples tiendas de campaña, al que varios presos prendieron fuego. Ahora el lugar cuenta con gruesas paredes de cemento, alambre, rejas y algunas flores tristonas de plástico aquí y allá.

Los presos se dividen en dos secciones principales, el ala de los menores y la de los adultos. En este centro hay 100 menores, de entre 12 y 17 años de edad, la gran mayoría de ellos están acusados de tirar piedras contra coches israelíes en Cisjordania.

«Estoy aquí por lanzar piedras, me han traído hace quince días», comentó entre los barrotes Mohamed Saidahmad, de 15 años. Mohamed también explica que no ha visto a nadie de su familia desde que el ejército se lo llevó.

«Todos los menores tienen derecho a un abogado y a que alguien de su familia esté presente durante los interrogatorios», explicó Yifat Raveh, del Ministerio de Justicia, a la prensa, «y 200 personas se encargan de ir a todas las prisiones y hablar con los presos para verificar que sus derechos se cumplen, aparte claro, de la Cruz Roja Internacional, que viene todas las semanas».

La sección de adultos se divide a su vez según las tendencias políticas de los detenidos; hay una para Hamás, otra para Fatá, otra para la Yihad Islámica, etc. Dentro de la de Hamás, los presos rezan cinco veces al día y se ven muchos barbudos. Ninguno de los detenidos que espera la sentencia quiere explicar la razón exacta por la que están ahí.

«Me han detenido por que amo Palestina, pero me han metido en esta sección a pesar de que no pertenezco a ningún grupo», explicó Muslim Barghouti, que aseguró que lleva ya cinco meses en Ofer. Otro compañero de celda responde también que le han detenido por estar en contra de la ocupación.

Los oficiales del servicio de prisiones hicieron especial hincapié en enseñar la enfermería debido a las acusaciones de negligencia médica tras la muerte del preso palestino Maysara Abu Hamdiyeh el mes pasado debido a un cáncer terminal.

Según las autoridades palestinas, el servicio de prisiones israelí no concedió importancia a las quejas de Hamdiyeh que murió finalmente a los tres días de ingresar en un hospital israelí.

«Aquí se sigue la ley internacional con respecto a los prisioneros, incluido el tratamiento médico» comentó Shalom, «y vigilamos para que no haya abusos de ningún tipo. Aquí se da exactamente el mismo trato a los palestinos que a los presos judíos».

Huelgas de hambre
El centro de detención de Ofer ha visto también muchas huelgas de hambre, aunque no tiene ningún preso que lleve mucho tiempo ayunando, como en otras prisiones israelíes. Los prisioneros tienen derecho a un máximo de unos 400 euros al mes en comida, dinero que les puede dar su familia y que funciona como un banco.

Fuente:abc.es