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En pleno siglo XXI, la lectura no pasa necesariamente por el libro, por el contrario, es lectura todo aquello que nos permite leernos mejor, aseguró el escritor mexicano José Gordon (1953).

Durante una mesa de reflexión sobre el futuro del libro celebrada en la explanada del Palacio de Bellas Artes, Gordon consideró que hoy más que nunca, el libro sigue vivo y no sólo eso, sino que “penetra más de lo que nos imaginamos y sus efectos son de largo plazo… En diferentes escenarios la lectura sigue presente en México”, agregó.

Como parte de las actividades con las que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) conmemora el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, Gordon acompañado del director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), Joaquín Diez-Canedo, y el promotor cultural Jorge von Ziegler se enfrascaron en una charla que del futuro del libro derivó en el hábito de la lectura en el país.

El también novelista, escritor de ensayos y traductor José Gordon manifestó su preocupación porque en México se lea poco y agregó que esta situación nos está llevando a la difusión del conocimiento y de los propios libros.

“Los libros pueden estar ahí, o no estar, pero me parece que en este sentido, el futuro viene brillante en términos de los libros electrónicos que van a posibilitar, en mucho, una distribución masiva y más económica de materiales que pueden estar al día en formas que antes eran inéditas hace un par de años”, dijo.

Al respecto, Jorge von Ziegler comentó que nos encontramos en una época marcada por la expansión de acceso a los escritos. Consideró que el rezagos histórico que se ha tenido no sólo en México, sino en todo el mundo, con el inicio de la modernidad en términos de la lectura y de la formación de lectores, se ha debido, entre otras razones, a la dificultad de acceso a los propios materia les escritos.

Desde la aparición del libro impreso, gracias a Gutemberg, se ha dado una transformación al respecto, pero refirió que no ha sido tan profunda y rápida como suele creerse.

“El paso del libro manuscrito a la letra impresa fue una ex-pansión gradual de las oportunidades de la lectura. Los tirajes fueron bajos como para que el libro siguiera perteneciendo a pequeños grupos y esta situación continuó hasta finales del siglo XX en que aparecen los medios digitales y entonces se puede hablar de una expansión en el acce so”, mencionó.

El llamado libro electrónico o digital, añadió, término que aún no se define, tiene antecedentes en los años 90 del siglo pasado, y destacó que sólo en los últimos seis años “está transformando y posibilitando que los materiales de lectura sean más accesibles”.

“En nuestro país, el papel de las bibliotecas y centros culturales con acceso a internet es fundamental para que expandamos las posibilidades de acceso al libro. Pero esto no significa que estemos abandonando las bibliotecas de libro de papel, sino que encontramos esquemas alternativos para brindar un mayor acceso”, dijo.

En su oportunidad, Diez-Canedo lamentó que en México se lea poco, tal y como lo mencionan estándares internacionales, al tiempo que presumió ser un lector impulsivo.

Diez-Canedo dijo que a diferencia de otros países como Londres, donde su población utiliza el transporte público, la mayoría de ellos aprovechan sus traslados para leer; mientras que en México son contadas las personas que llevan a cabo esto.

Fuente:criteriohidalgo.com