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05 de mayo 2013.-El primer ministro del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, ha rechazado la iniciativa de paz propuesta por la Liga Árabe argumentando que el destino de los palestinos no puede ser decidido por terceros actores.

Durante una reunión celebrada esta semana en Washington, la Liga Árabe rebajó sus exigencias a Israel de cara a un acuerdo de paz con la Autoridad Palestina (AP), dando su beneplácito a un eventual “intercambio de tierras”, en lugar de una delimitación estatal basada en las fronteras de 1967.

“La llamada nueva iniciativa árabe es rechazada por nuestro pueblo, por nuestra nación, y nadie puede aceptarla”, ha afirmado. “La iniciativa contiene numerosos peligros para nuestra gente en los terrenos ocupados en 1967, en 1948, y para la gente en el exilio”, ha agregado.

“A los que hablan de intercambios de tierras les decimos: Palestina no es una propiedad, no está a la venta, no se producirán intercambios y no será vendida”, ha manifestado Haniyeh.

Asimismo, ha culpado a la Autoridad Palestina, encabezada por Mahmud Abbas, de la rebaja en las exigencias por parte de la Liga Árabe por su postura favorable a los intercambios de tierras.

El martes, la ministra de Justicia de Israel, Tzipi Livni, consideró que el cambio de postura de la Liga Árabe era “una noticia muy positiva”.

“En el contexto de un mundo tumultuoso, permitirá a los palestinos entrar en la habitación y hacer los compromisos necesarios y enviará a la opinión pública israelí el mensaje de que no somos solo nosotros y los palestinos”, explicó.

Por su parte, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, aclaró que la Liga Árabe ha reiterado la posición oficial palestina sobre un eventual acuerdo de paz con Israel, que contempla la solución de los dos estados sobre las fronteras de 1967, pero con pequeños intercambios de tierras, por lo que dijo que la propuesta “no es algo nuevo”.

Erekat detalló que esta propuesta ya está contemplada en la Iniciativa de Paz que fue ratificada por 57 países árabes y musulmanes en 2002 –y rechazada por Israel–, que “provee una solución global y regional basada en la implementación israelí del Derecho Internacional a cambio de la plena normalización con el resto de la región”.

Las conversaciones directas de paz se reanudaron en septiembre de 2010 y se suspendieron unos días después, debido a la negativa de las autoridades israelíes a prorrogar la moratoria sobre la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania.

Fuente:universocanario.com