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CEDAR´S SINAI MEDICAL CENTER DE LOS ÁNGELES
PARA ENLACE JUDÍO

Nuevas perspectivas

Muchos vemos fácil ignorar las alarmas que surgen acerca del aumento de peso y la enfermedad. Podemos pensar que sólo los individuos que son mórbidamente pesados están en riesgo, pero la realidad nos sorprende:
“Tan poco como 5 kilos de exceso podrían aumentar el riesgo de una enfermedad cardiovascular”, asegura Margo B. Minissian, enfermera practicante y directora certificada con especialidad en lípidos en el Centro de Cardiología Bárbara Streisand. Minissian es parte de un equipo médico que se enfoca en ayudar a las mujeres a reducir el riesgo de infarto a través de un enfoque preventivo que incluye escaneo de punta, así como una evaluación de riesgos cardiovasculares.

Ayudar a los pacientes a perder peso para mejorar su colesterol bueno (HDL) y reducir la presión arterial es con frecuencia una prioridad.

La Sociedad Americana de Cáncer estima que eliminar la obesidad en los Estados Unidos podría reducir muertes por cáncer hasta en 90,000 al año. El exceso de peso se relaciona con cáncer de seno, útero, colon, riñón, esófago, páncreas, vesícula e hígado. Las investigaciones coordinadas por el Dr. Andrew Li, co director del Women´s Reproductive Cancer´s y médico en la División de Oncología Ginecológica del Departamento de Obstetricia y Ginecología, también mostró cómo la obesidad aumenta la enfermedad recurrente –y muerte- de mujeres con un cáncer de ovario avanzado.

Visto de todas maneras, el exceso de peso es claramente dañino y trágicamente mortal en muchos casos. La relación entre exceso de peso y enfermedades coronarias fueron identificadas décadas atrás. El exceso de peso provoca sobre carga de trabajo del corazón, muchas veces en grados mortales. “Pero resulta que algo más está sucediendo”, cuestiona el Dr. Richard Bergman, director del Instituto de Investigación de Diabetes y Obesidad del Cedar´s Sinai.

Las células grasas envían un cúmulo de señales hormonales y químicas que ayudan al cuerpo a mantener su equilibrio energético. Cuando las personas aumentan excesivamente de peso, sus células grasas se desprenden haciéndose de gran tamaño y se desprenden de las señales, influyendo negativamente en la producción y uso de la insulina corporal, cuya hormona da instrucciones a los músculos para quemar energía y a las células grasas para almacenarlas.

“El páncreas debe compensarlas produciendo más insulina”, explica el Dr. Bergman, “y más insulina puede ser dañina, no sólo al dañar las arterias”.

Los complicados procesos químicos disparados por las células grasas en el cuerpo son sólo una de las pistas que deben ser investigadas para comprender en su totalidad los factores celulares en juego en el peso y en la enfermedad.