ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Finalmente tuvimos la oportunidad de disfrutar El Teatro Judío de Varsovia, el 2 de Junio de 2013, en el Teatro de la Ciudad.

El teatro estaba casi lleno, estábamos muy emocionada de tener la oportunidad de ver una obra totalmente en idish. Desde Cuernavaca acudió un grupo de personas mayores que residen en la Casa Hogar para Adultos Mayores de la Comunidad, el Eishel.

Comenzó la función con unas palabras del Dr. León Waisser, presidente ejecutivo de la Kehila Ashkenazi y del Dr. Jaime Feldman, patrocinador del evento, en memoria de sus padres Don Shimshon Feldman y Sra.

Una emoción muy especial recorrió el Teatro: estábamos todos reunidos, escuchando, en la lengua de nuestros antepasados, un pedazo de existencia de un mundo desaparecido.

Con música en vivo tanto de músicos como bailarines mexicanos, acompañados de 23 cantantes polacos, el show encantó a todos, aunque no fueran de la Comunidad judía de México.

“Realmente es una revista musical, no se puede decir que es una comedia musical y tampoco es un concierto. Las canciones son unidad por un texto muy sencillo para dar pie a otra canción en una coproducción México-Polonia”, comentó Guillermo Treistman, productor general, al diario El Universal.

“Para quienes estamos interesados en no dejar morir culturas que han sido tan importantes y que hoy permean, quizá sin entender mucho de donde vienen originalmente, es una obligación.

Esperamos que año con año este festival pueda ir creciendo, volverse mucho mas compleja y con una diversidad mucho mayor”, agregó Vivian Viskin, Presidenta del Comité Cultural de la Comunidad Ashkenazi de México. Acerca del iddish, expresó que “está muriendo, es una de las tristezas, y finalmente va acompañado de todo un aspecto cultural fundamental que no queremos que desaparezca. Quizá no podamos lograr que la gente siga hablando o enseñando a sus hijos, pero sí podemos mantener la cultura viva a través de este tipo de espectáculos, creemos que eso es la novedad y un evento histórico para todos a los que nos gusta la cultura y la globalización”.

Los actores, cantantes, bailarines y orquesta estuvieron espectaculares; la coordinación entre los tres grupos, perfecta.

El musical contó con cierta melancolía al hablar de la tierra y la tristeza de abandonar su pueblo por pisar tierras lejanas. Las música seleccionada es de gran simbolismo en la cultura judía ashkenazí: el público participó cantando y aplaudiendo. “Daban ganas de subir al escenario a bailar” expresó un espectador.

Una felicitación a los organizadores, al Dr. Jaime Feldman y a todas las personas involucradas en la realización de éste gran evento.