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México necesita al teatro como instrumento de denuncia, afirmó el periodista Jacobo Zabludovsky al fungir como padrino en la develación de la placa por 100 representaciones de la obra “Made in México”.

“Es una sensación muy especial presenciar la conjunción de una buena obra teatral con un grupo de magníficos actores que no sólo nos hacen reír y llorar casi en una fracción de segundo estremeciendo todas nuestras emociones, sino que también nos hacen confiar en el teatro como un instrumento de denuncia que tanto necesitamos en este país”, resaltó.

Durante su amplio discurso, el reconocido comunicador, recordó que hace 60 años, precisamente en abril de 1953, sobre el escenario se encontraba Mario Moreno “Cantinflas” en el final de su carrera teatral.

Dijo que inauguró el Teatro de los Insurgentes con la obra “Yo, Colón”, y se trató del último “Cantinflas” de las carpas, el que críticó los gobiernos de los presidentes Miguel Alemán (1946-1952) y Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958).

“En la fachada de este teatro estaba el mural de Diego Rivera y ‘Cantinflas’ ocupaba la parte central. Se creó una gran polémica porque traía a la Virgen de Guadalupe y dijeron que era irrespetuoso que un pordiosero como ‘Cantinflas’ la trajera, pero le sirvió de propaganda al teatro.

“Nos demostró durante todo el tiempo que duró la temporada, que el teatro crítico todavía tenía motivos para vivir en México. En estos 60 años vimos a Silvia Pinal con la obra ‘Divorciémonos’ y ‘Mame’, entre otros actores”, señaló.

Consideró que la noche del lunes, con el reestreno en ese lugar de la puesta en escena “Made in México”, de Nelly Fernández Tiscornia, el público estaba presenciando el renacimiento del foro de nueva cuenta para exhibir teatro crítico.

“Se construyó para eso y luego se olvidó del aspecto crítico del teatro que fue el que se tuvo en los tiempos de la Grecia clásica, la máscara de la sonrisa y la del llanto.

“Hoy (en México) estamos en medio de una serie de injusticias que se reflejan en esta obra magnífica, en un patio que la ‘Yoli’ barre todos los días en Coyoacán, que está descascarado junto al taller de un hombre que empezó a trabajar a los 12 años y 50 años después no tiene para satisfacer las ganas de su esposa”, reflexionó Zabludovsky.

El periodista, quien recién fue homenajeado por 70 años de trayectoria, consideró que los dos matrimonios interpretados por Rocío Banquells, Juan Ferrara, Rafael Inclán y Socorro Bonilla, con Laura Flores y Rosita Pelayo como alternantes, “son una consecuencia, en la vida real, de la tremenda desigualdad que se vive en México”.

“Donde, como dijo Rafael Inclán, 15 o 20 personas tienen todo el dinero y más de 60 millones viven por debajo del nivel de miseria que marca las Naciones Unidas en este país (sic), y eso no debe ser, eso no es justo, no es correcto”, aseveró.

No es correcto, precisó, “que el hombre, que es catedrático universitario, tenga que emigrar porque en su país no encuentra trabajo, y no es correcto que la gente tenga que abandonar el lugar donde nació y donde están enterrados sus padres para poder enviar algo con que coman sus familiares aquí en México”.

Opinó que “Made in México”, producida por Sergio Gabriel, es un montaje de desarraigo, de nostalgia por la tierra en donde el mexicano nació, por la tierra donde se aprendió a caminar.

“La historia refleja lo que está pasando. La Universidad Nacional Autónoma de México anunció ayer que de todos los que aspiran a entrar a la Universidad sólo 4 por ciento tiene cupo. ¿Qué van a hacer los demás? ¿Limpiar parabrisas en las esquinas o esperar a que una hermana se los lleve a los Estados Unidos?”

“Otros no tienen trabajo, terminan repartiendo muestras de medicinas en los consultorios. Algo mal anda en este país y esta obra lo muestra”, puntualizó Zabludovsky, quien recibió una larga ovación de pie por los más de 900 asistentes.

Al finalizar la función, Juan Ferrara, uno de los cuatro actores que participa en “Made in México”, tomó la palabra para comunicarle al público que además de la alegría por develar la placa por las 100 representaciones, les embargaba una pena: la muerte de Enrique Lizalde.

El productor Sergio Gabriel agradeció la presencia del público que la noche del lunes abarrotó el Teatro de los Insurgentes, en específico por su apoyo, a Tina Galindo, Juan José Origel y Silvia Pinal, allí presentes.

Esta última fue abordada por la prensa para conocer su sentir ante la muerte de Enrique Lizalde, pero se negó a dar declaraciones, con lo que provocó un zafarrancho a la salida del recinto de la avenida Insurgentes.

Éric del Castillo, Verónica del Castillo, Carla Estrada, Manuel Balbi, Rebecca Jones, Luis Roberto Guzmán, Consuelo Duval, Luis de Alba, Juan Carlos Bonet, Sergio Bonilla, Germán Gastélum y Natalia Sosa fueron otros de los famosos que asistieron a la función especial.

Fuente:informador.com.mx