Jaime Zabludovsky Kuper es Presidente Ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (CONMEXICO).

Es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y doctor en Economía por la Universidad de Yale.

Ha sido economista en la Dirección de Investigación Económica del Banco de México (1984 a 1985), Integrante del Comité de Asesores Económicos de la Presidencia de la República (1985 a 1988) y Subjefe de la Negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, 1990-1994).
De 1994 a 1998 fue Subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretaria de Comercio y Fomento Industrial, y entre 1998 y el 2001 fue Embajador de México ante la Unión Europea y Jefe Negociador del TLC entre México y la Unión Europea.

Desde 2005, es Vicepresidente y Socio Fundador de IQOM Inteligencia Comercial, empresa especializada en la provisión electrónica de información estratégica sobre comercio exterior, asesorando a gobiernos, organismos multilaterales, empresas mexicanas y transnacionales, así como a asociaciones empresariales relacionadas con comercio internacional y competitividad.

Enlace Judío lo entrevistó e exclusiva

EJ: Jaime, has tenido un papel clave en las negociaciones de Libre Comercio entre México y Norteamérica, por un lado; y México y la Unión Europea por el otro. ¿Cuál es la importancia de estos tratados para México y cómo han influido en hacer de México la nació que hoy ha podido librar las crisis económicas?

JZ: Bueno, obviamente todo lo que diga va a estar viciado por la parcialidad de haber tenido la suerte de ser miembro de equipos muy distinguidos que en los 90 hicieron la política comercial de México. Yo tuve la suerte, realmente fue una cosa de estar en el lugar correcto, con la gente correcta. Tuve la oportunidad de trabajar primero en el gobierno del presidente salinas con el equipo de Jaime Serra y de Herminio Blanco que hicieron la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y luego con el presidente Zedillo […] y Herminio Blanco ya como Secretario de Comercio no sólo la negociación con Europa, sino la negociación con Israel, que me enorgullece mucho porque yo fui el subsecretario, me tocó iniciar la negociación del Tratado de Libre Comercio con Israel, pero también las negociaciones con el resto de América Latina: con Centroamérica, con Colombia, con Venezuela y lo que le ha permitido estos tratados a México son varias cosas, lo más importante fue la apertura de la economía mexicana, continuar con el proceso de apertura y luego esta apertura hacerla en un marco de reciprocidad, que el mundo o los países con los que hicimos tratados, que son países muy importantes y que representan una parte muy importante del mundo, también se abrieran. Y probablemente la parte más importante que ha significado los tratados para México es que hicimos un andamiaje institucional, hicimos una camisa de fuerza para que el gobierno mexicano se portara bien en el sentido de que el Tratado de Libre Comercio es un instrumento institucional, son reglas del juego muy difíciles de cambiar, por no decir imposibles y entonces el hecho de que no se puedan cambiar hace que los inversionistas y los actores tengan una gran certidumbre de lo que va a pasar en México y eso permite que los horizontes de planeación se alarguen y que los agentes económicos tomen decisiones de mediano y largo plazo. Yo creo, aunque suena pretencioso, pero estoy convencido de que así es el caso que los Tratados de Libre Comercio en México y que la autonomía del Banco de México son dos de las instituciones más importantes que tiene el país y que en buena medida, los Tratados de Libre Comercio ayudaron a la transición política en México, porque a pesar de que hubo alternancia en el poder y a pesar de que cambió el partido que ostentaba la presidencia de la república, quedaba claro que los tratados no se iban a cambiar y eso permitió, desde mi punto de vista, que la transición política de México fuese mucho más tersa, mucho más suave y mucho más dúctil y no es menor.

EJ: ¿Cómo fue tu experiencia como Embajador de México ante la Unión Europea?

JZ: Primero, fue una gran experiencia, fue hasta cierto punto un accidente o una casualidad que yo acabara siendo embajador de México en la Unión Europea, la razón por la que yo fui embajador es que yo hasta 1998, de 1994 hasta 1998 fui el Subsecretario de Negocios Comerciales e Internacionales y en ese entonces íbamos a iniciar la negociación con Europa que era una de las responsabilidades que yo tenía como subsecretario y entonces mis jefes: el Secretario de Comercio Herminio Blanco y el presidente Zedillo, pensaron que lo más eficiente era que en vez de dirigir el proceso de negociación desde México, como subsecretario, lo más eficiente era que me fuera de embajador a la Unión Europea para ser el embajador de México ante la Unión Europea y el jefe de la negociación del Tratado de Libre Comercio en Europa y la entonces canciller de México, la embajadora Rosario Green, reaccionó con gran entusiasmo ante esta idea y fue un gran apoyo en esta idea de tener a alguien de la Secretaría de Comercio […] como embajador en Bruselas para llevar a cabo la negociación. Entonces esa fue la razón por la que yo acabé siendo embajador, porque el proyecto más importante que tenía yo en la Secretaría de Comercio era el inicio de la negociación. Entonces, me fui a finales del 98, realmente iniciamos la negociación a finales de diciembre del 98 sino me equivoco y francamente yo pensé que iba a durar mucho más el proceso, pero fuimos bastante eficientes y pudimos concluir la negociación, pues para el 99 concluimos la negociación. Ese fue el primer Tratado de Libre Comercio trasatlántico.


EJ: ¿Hay alguna anécdota que quisieras compartir con nuestros lectores?

JZ: Pues sí, hay una anédota del TLC que no sé si en español va a salir la traducción. Pero había una época en la que estábamos negociando compras del sector público, que son las disciplinas que hace las empresas del gobierno: cómo compra y la obligación que tienen las empresas del gobierno para licitar e invitar a aprovechar los sectores en este caso de México, Estados Unidos y Canadá y que no se excluya a proveedores de otros países. Entonces estábamos negociando las compras de PEMEX y estaba Carla Hills que era la representante y la jefa de negociación y estaba Jaime Serra que era el secretario de comercio en la negociación y estaba Herminio que era el jefe de la negociación y yo el subjefe de la negociación. Estábamos discuetiendo y entonces Jaime Serra estaba tratando de explicarle a Carla Hills que se requería cierta flexibilidad y le daba un ejemplo y le decína: “Suponte que PEMEX quiere comprar 10 mil dólares de algo en Tabasco y en inglés Carla Hills pensó que Jaime Serra le estaba diciendo que PEMEX quería comprar 10 mil dólares de salsa Tabasco y esta discusión duró como una hora porque Carla pensaba que le estábamos tomando el pelo y nosotros no nos dábamos cuenta que ella no sabía que había un estado en México que se llamaba Tabasco y que no sabía que Tabasco era uno de los centros productores más importantes de petróleo en México y pensó que estábamos hablando de la salsa Tabasco, hasta que no sé si fui yo o alguien de la mesa nos dimos cuenta que Carla estaba pensando que estábamos comprando 10 mil dólares de salsa Tabasco y esa es una broma que todavía nos seguimos burlando y cada vez que vemos a Carla Hill le encargamos botellas de Tabasco para que vea que… Entonces sí algunas de las anécdotas, pero esa es una de las más curiosas