MADRID, 16 Jun.
El régimen sirio ha condenado este domingo la decisión anunciada el domingo por el presidente egipcio, Mohamed Mursi, sobre la ruptura total de relaciones con Damasco, lo que sitúa al mandatario egipcio dentro de la “banda de conspiradores” liderados por Israel y Estados Unidos.
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Según una fuente del régimen citada por la agencia de noticias oficial, SANA, Mursi ha adoptado una postura “irresponsable” que “refleja su intento de aplicar los objetivos de los Hermanos Musulmanes”, organización islamista suní a la que pertenece el dirigente egipcio.
La fuente ha señalado que Mursi pretende restar atención a las demandas y aspiraciones del propio pueblo egipcio y destaca que la decisión de romper relaciones coincide con los últimos avances logrados por las fuerzas militares sirias contra los insurgentes.
Para el régimen sirio, Egipto afronta una crisis interna polifacética consecuencia de la toma del poder por parte de los Hermanos Musulmanes, como demuestra la decisión del Tribunal Constitucional de disolver el Consejo de la Shura, la cámara alta del Parlamento.
“Siria está completamente segura de que esta decisión no refleja la voluntad del pueblo hermano egipcio, que comparte fuertes y firmes relaciones con el pueblo sirio, que ha contribuido a proteger la seguridad y la estabilidad en la región contra todos los invasores y agresores desde el amanecer de la historia”, argumenta la fuente.
Recuerda además la participación en el mismo bando de Siria y Egipto contra Israel en la Guerra de Octubre o Guerra del Yom Kipur, en 1973, “una importante victoria de la nación y el pueblo árabe sobre el enemigo israelí”.
“Mursi debería mejor guardarse su ánimo para cuando anuncie el cierre de la Embajada israelí y la ruptura de relaciones con un enemigo que sigue asesinando al hermano palestino frente a los mismísimos ojos de Mursi y a muy poca distancia de Egipto”, ha argumentado.
En cuanto a la defensa de Mursi de la imposición de una zona de exclusión aérea y una intervención internacional, Siria ha denunciado que supone “una violación de la soberanía y santidad de sus tierras al servicio de los objetivos de Israel y de Estados Unidos y sus herramientas en la región”.
Fuente: Europa Press
