Enlace Judío Un aniversario más de la muerte de la cantante israelí Naomi Shemer

El 26 de junio de 2004 (8 de Tamuz 5764) falleció en Tel Aviv la poeta y cantante israelí Naomi Shemer, autora de innumerable canciones que describen tanto al Israel floreciente como los momentos de dolor de un pueblo acosado por la guerra.

Premiada y galardonada tanto en Israel como en Europa, su nombre quedo inmortalizado en junio de 1967 por ser la autora de Ierushalaim Shel Tzav (Jerusalem de Oro), la cual, escrita unos meses antes, anticipó la reunificación de Jerusalem.

Nacida en el Kibutz Kineret el 13 de julio de 1930, era hija de un matrimonio Sapir, fundadores del kibutz ubicado a orillas del lago Kineret, el cual la incentivó a estudiar piano.

Naomi pasó su niñez y juventud en el kibutz, y en muchas de las letras que escribió describen el plácido panorama que observaba. Al ingresar al ejército israelí integró una de las bandas de Tzahal (Ejercito de Defensa de Israel) y al ser licenciada cursó estudios musicales en el Conservatorio Rupin de Jerusalem y con profesores particulares en Tel Aviv. Luego regresó al kibutz para enseñar y escribir canciones para niños.

En 1956 se trasladó a Tel Aviv, donde escribió la música de una obra que estrenó uno de los conjuntos musicales de Tzahal “Jamesh, Jamesh”, y que luego fue presentada en el teatro Hagoel de esa ciudad.

Casada con el actor Gideon Shemer, con quien tiene una hija, Lali, escribió la letra del primer espectáculo de la compañía de Yarok Batzal, protagonizada por Haim Topol. También es la autora de Zamar Noded (Trovador Errante), estrenada por Yarok Batzal.

En 1960 ganó un concurso por la canción que realizó en Italia con Hoopa Hey, la cual había compuesto para una de las compañías musicales del ejército israelí.

Al celebrarse el cincuentenario del Kibutz Kineret, le dedicó Hurshat Haecalyptus (La arboleda de eucaliptus) y, poco después, a mediados de la década del ’60, se separa de su esposó y se radicó, junto a su hija, en París, donde escribió Ha’ir Ba’afor (La ciudad en gris). Al regresar a Israel contrajo matrimonio con el abogado Mordechai Horowitz, padre de su hijo Daniel, pero siguió utilizando como nombre artístico el apellido de su primer matrimonio.

A principios de 1967, quien era el alcalde de Jerusalem, Teddy Kollek, le pidió que escriba una canción dedicada a ciudad para participar en el Festival de la Canción de Israel. Ella compuso Ierushalaim Shel Tzav, que fue cantada por la juvenil Shuli Natan. Si bien la canción logró el segundo premio del festival, al concluir la Guerra de los Seis Días y reunificarse la ciudad de Jerusalem, ésta se convierte en una especie de himno popular, especialmente su estribillo, el cual era cantado por la ciudadanía en cada acto festivo.

Debido a que la letra original hablaba de que la Ciudad Vieja estaba vacía, Naomi Shemer escribió una nueva estrofa que hace mención a que nuevamente había vida judía en el lugar.

En los años que siguieron continuó creando canciones, editando discos, cantando junto a su pueblo, llorando por los soldados caídos. Luego de la Guerra de Iom Kipur, 1973, escribió Lo Iehi (Que sea), en donde manifestó: “Ojalá que haya paz, aún veo una blanca luz de esperanza en el horizonte… ojalá que todo lo que pedimos se vuelva realidad”.

Shemer fue galardonada con el Premio Israel en 1887 por su contribución a la música israelí. Fue miembro de la Academia de la Lengua Hebrea y también presidente del sindicato de artistas israelíes.

Al despedir sus restos, que fueron enterrados en el cementerio del Kibutz Kineret, la ministro de Educación, Limor Livnat, afirmó: “Hemos tenido un gran privilegio que un gigante como Naomi Shemer ha vivido y creado en nuestra generación”.