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Un equipo europeo se enfrentó el sábado a equipos palestinos en un inusual torneo de fútbol realizado cerca de un pueblo de beduinos del sur de Cisjordania, en una zona bajo el control de Israel.

Los partidos se jugaron en un terreno improvisado, preparado por los propios jugadores, en la aldea de Dkaika, al sur de Hebrón, cerca de un campo de tiro del ejército israelí, “Firing Zone 918”.

El torneo se realizó simbólicamente en la denominada zona “C”, donde viven 150.000 palestinos. Los Acuerdos de Oslo dividieron Cisjordania en tres zonas: A, bajo control civil y de seguridad palestino; B, bajo control civil palestino, pero bajo control militar israelí; y C, bajo total control israelí.

“El torneo, además de ser divertido, tiene como objeto llamar la atención sobre los problemas que afectan a la población que vive en la zona C”, explicaron los organizadores europeos, cuyo equipo está por miembros misiones diplomáticas y organismos internacionales, personal humanitario y periodistas italianos, franceses, españoles, británicos, suizos, etc.

En mayo de 2012, la Unión Europea se comprometió, en una declaración sin precedentes del Consejo de Asuntos Exteriores, a impedir la degradación de las condiciones de vida de los palestinos en la zona C, en particular en cuanto a los desplazamientos de población –en su mayoría beduinos–, a la demolición de viviendas, al acceso al agua y a las colonias israelíes.

Los partidos se jugaron en condiciones dantescas, en un terreno arenoso, aplanado a medias y liberado de piedras antes del silbatazo inicial, además de barrido por violentas ráfagas del “jamsin” (el viento caliente del desierto, ndlr).

El torneo –cuyo lema fue: “The right to play on our ground” (El derecho a jugar en nuestro propio terreno)– fue ganado, en disputado final de penaltis, por el enérgico equipo de Yatta a sus vecinos de Hebron.

Fuente:noticias.terra.com